Hugo Conte, cuando la edad no impide soñar en grande

Sigue cosechando reconocimiento y admiración. A los 36 años, Hugo Conte fue premiado con el Olimpia de Plata como el mejor voleibolista del año, el cuarto en su extensa carrera deportiva.

La terna la compartió con colegas casi 10 años menores que él, Marcos Milinkovic (28) y la joven Carolina Costagrande (20), y por el premio es aún más meritorio.

"La verdad es que haber logrado el Olimpia es algo increíble. Esto se lo dedico y se lo debo a mi familia, ya que son ellos los que siempre me aguantan en las buenas y en las malas", aseguró el experimentado deportista.

Con la humildad que caracteriza a los grandes, Conte expresó que no se acostumbra a los reconocimientos, pese a que se trata de su cuarta cosecha en materia de estatuillas.

"Ya logré tres Olimpia (en 1985, 1987 y 1990), pero el de ahora fue el único que pude venir a recibir, ya que en los anteriores estaba jugando en el exterior. Por eso también es muy especial. Además, lo considero como un premio al final de la carrera, ya que estoy más cerca del adiós que del comienzo. Y con los años, todo se vive con mayor emoción", dijo.

No hay dudas de que es uno de los referentes del deporte nacional. Y no resulta exagerado también elevarlo a nivel mundial, ya que en 1997 fue nombrado por la Federación Internacional, con sede en Suiza, como uno de los 25 mejores jugadores de la historia.

A los pergaminos obtenidos con el seleccionado -bronce en el Mundial de 1982, en la Argentina, y también un tercer puesto en los Juegos Olímpicos de Seúl 88- se le suma una exitosa carrera de 15 temporadas en Europa (en Francia e Italia), la cual casi la mitad la compartió con su gran amigo y hermano, Waldo Kantor.

Con las ganas intactas

El paso del tiempo parece no conmoverlo ni incomodarlo. Todo lo contrario. Su vigencia es admirable y Conte todavía conserva ese fuego sagrado que sólo los grandes guardan con el paso de los años y que resulta difícil de extinguirse.

"Todavía tengo un sueño: volver a los Juegos Olímpicos. Es lo más grande que te puede pasar -comenta con un brillo especial en los ojos-, y es para lo que estoy entrenándome. Después, llegará la hora de pensar en un retiro del seleccionado, porque a lo mejor sigo en algún club, no lo sé, pero de lo que estoy seguro es que quiero llegar a Sydney", aseguró.

Por supuesto que su experiencia le permite analizar, con fundamento, cómo será el camino de la Argentina hacia esa meta olímpica.

La primera prueba que tendrá el equipo será el Preolímpico de Brasil, del 7 al 9 del mes próximo, donde se enfrentará con el local, Venezuela y Colombia y que sólo otorgará un lugar para los Juegos.

Al respecto, Conte señaló: "Sabemos que es un torneo muy difícil, pero también somos conscientes de que no es un campeonato largo y que eso nos da posibilidades. El único partido que tenemos la obligación de ganar es ante Venezuela".

Las figuras del mañana

En cuanto al año de la selección que llega al final, Conte reconoció que si bien no se lograron resultados, sí se encontraron nuevos valores. Y que eso fue lo más importante.

"El balance que hago es positivo. Si bien a nivel de resultados no logramos grandes cosas, sí se vieron buenos jugadores jóvenes, como Jerónimo Bidegain, Diego Torres o Martín Efrón, entre otros.Chicos que fueron convocados sólo en la segunda mitad del año, con la nueva conducción técnica con Carlos Getzelevich a la cabeza, lo que considero muy positivo. ¿Por qué? Es sencillo: son jugadores que, con competencias, van a llegar muy bien al Mundial del 2002, que se hará en nuestro país, y que es el principal objetivo a mediano plazo".

Hugo Conte. Pasado, presente y futuro. Con el voleibol en la sangre.

La hora del adiós a Kantor

Fue una sensación increíble estar en el partido de despedida de Waldo, en Ferro; un momento en el cual me pasaron tantas cosas por la cabeza...", recordó, con cierta nostalgia, Hugo Conte.

Es que tanto Waldo Kantor como Conte vivieron juntos demasiadas cosas en sus carreras. Además de los triunfos con la selección, compartieron seis años de sus vidas en Europa, en los clubes italianos de Módena y Catania.