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Mientras James Harden regresa a jugar con Houston Rockets, nuevas polémicas sobre él aparecen incansablemente: su peso, su conducta y ahora, el mote de ser el "nuevo Dennis Rodman", rey de los excesos, fiestas y "todo lo que él quiera".
Según el diario Marca, se dieron a conocer detalles sobre los privilegios de "El Barba" en el conjunto texano durante las últimas ocho temporadas.
"Sabíamos quién era el jefe de la organización", aseguró un ex entrenador asistente de los Rockets, que prefirió mantenerse en el anonimato en un reportaje de ESPN. "Esa era parte del trato cuando aceptabas ir a Houston. Jugadores, entrenadores, directivos... todos lo sabían. Y no culpo a James. Él hacía lo que le permitían hacer".
Entre los privilegios de Harden, recaía sobre él la decisión sobre el tiempo de los viajes. Si el equipo jugaba el partido en una de las ciudades favoritas del escolta, el equipo permanecía una noche más en dicha ciudad.
Además, tenía vía libre para "irse de fiesta" a Las Vegas o cualquier otro lado cuando él lo dispusiera.
Según el reportaje de ESPN, Harden siempre pedía días libres cuando había dos o tres días entre partidos para alquilar un avión privado e irse de fiesta la Ciudad del Pecado.
"Conseguía todo lo que Harden pedía", afirma el testigo, que también aseguró que todo se justificaba con un "sólo es James siendo James" cuando el MVP de la NBA en 2018 salía a divertirse.
La fama del escolta y su negativa a comenzar la pretemporada del equipo para permanecer entre Atlanta y Las Vegas levantaron las sospechas. Algo que el propio Harden justificó tras la rueda de prensa de su primer partido de pretemporada: "Estaba trabajando con mis entrenadores personales". Una frase que no ha hecho sino avivar el fuego de la discusión en torno al escolta y su futuro.