Listos para el kick-off
Tras un paréntesis de seis meses sin confrontaciones oficiales, mañana empezará la competencia de Buenos Aires.
Los jugadores de rugby de Buenos Aires no pueden quejarse por tener vacaciones cortas o por no disponer de tiempo para prepararse para el año competitivo: la mayoría disfrutó de seis meses completos sin confrontaciones oficiales. Pero todo tiene un final, todo termina... Y desde mañana se pondrá en marcha el torneo de la URBA, en el cual el SIC empezará a defender el título que consiguió en el lejano 26 de septiembre al vencer en la final al Atlético del Rosario por 14 a 9.
Todo igual. No hay que esperar grandes cambios para el nuevo certamen: se mantienen los 24 participantes -subió Belgrano y bajó Curupaytí respecto del torneo anterior- y el formato de competencia. Es decir, los 24 clubes actuarán divididos en cuatro zonas de 6, jugarán dos ruedas de todos contra todos (10 fechas) y los cuatro primeros de cada grupo accederán a la lucha por el título, mientras que el resto pugnará por conservar la categoría en el certamen de Reubicación.
Los protagonistas. El permanente éxodo de buenos jugadores a clubes de Europa influye negativamente en el nivel de la competencia y, obviamente, ese goteo resiente las estructuras de sus propios conjuntos de origen, que muchas veces deben rearmarse sobre la marcha. Por citar un caso muy concreto, en 1999, La Plata tenía equipo como para terminar muy arriba, pero en medio del torneo se fue quedando sin Rondinelli, Llanes, Meneses, Zuccheri... Terminó noveno.
Los desafíos. Para el año 2000, en ese sentido, el panorama asoma desafiante para el SIC -viajaron al viejo continente los pilares García Lanza y Martínez Frugoni, además del Puma Albanese- y para Hindú, sin Quesada (en Francia) y sin Scelzo (en Inglaterra). Pero así como hay varios que se van, hay otros que vuelven, tales los casos de Federico Todeschini y de Franco Rossi, cuyas importantes presencias reforzarán al Atlético del Rosario.
Pero más allá de las particularidades de cada equipo, de las bajas y de las altas que presentarán para la temporada, es cada vez más importante contar con un plantel extenso y, en lo posible, sin tantos desniveles entre titulares y suplentes. El año es largo y las lesiones son más frecuentes; el juego ha cambiado mucho en los últimos tiempos y las exigencias físicas son mayores.
El movimiento de los técnicos. Si hubo algo en el rugby de Buenos Aires que mostró cambios significativos, fue el importante movimiento que hubo en el rubro entrenadores. Quince de los 24 clubes modificaron el área de conducción, ya sea cambiando o agregando personal a los cuerpos técnicos existentes. Sólo nueve equipo conservan a los mismos entrenadores que trabajaron en 1999: Atlético del Rosario (Baetti), CUBA (Martínez Mosquera-García Fernández), San Martín (Tucci-Vanini), Champagnat (Rouco Oliva-Maxwell), Los Tilos (Méndez-Absi), Buenos Aires (Vidou-Arizio), Pueyrredón (Botta-Scoscería)y Hurling (Wade-Cainzos). Perdón, eran ocho, porque el SIC, que pensaba mantener a Loffreda-Pérez Cobo como coaches, seguramente deberán modificar la idea porque Loffreda asumirá el comando de los Pumas.
El camino inverso. A propósito de los técnicos, lo más común es que cuando se acaba la época de jugador se inicia la etapa de entrenador. Sin embargo, en Lomas se da la excepción: Daniel Romero se calzará nuevamente los cortos tras abandonar el cargo de entrenador que compartió hasta la temporada pasada con Rubén Barretto.
Publicidad para los árbitros
Este torneo mostrará una novedad:desde mañana las camisetas de los árbitros lucirán una publicidad. Luego de un acuerdo que le representará un ingreso de 40.000 pesos anuales a la Asociación de Referees de Buenos Aires (Arurba), la empresa Volkswagen publicitará por medio de tres logos en la casaca de cada árbitro que dirija en el torneo.
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