River se divide por un gerenciamiento millonario
El grupo Hicks le ofrece US$ 23.500.000 anuales, como mínimo, para aliarse al club. Hay otras tres empresas interesadas; Davicce está a favor, pero hay una fuerte oposición
lanacionarSe sabe, River no es un juego de niños. Todo lo que lo rodea y lo que sucede dentro del club no se da porque sí. Siempre hay un motivo para que la tranquilidad del vuelo político se transforme en una turbulencia capaz de hacer tambalear a una de las dos instituciones más importantes del fútbol argentino. En este caso, la polvareda es levantada por el posible ingreso de una empresa privada para manejar ciertos negocios de la institución.
En muchas ocasiones los problemas internos surgieron por minucias, rencillas personales o celos políticos. Pero ahora irrumpió el gerenciamiento y está en juego el futuro económico de los próximos diez años de River. Eso es lo que duraría el contrato con la firma que se elija, con la posibilidad de interrumpir el convenio al cabo de los primeros cinco años.
Aunque el cambio de autoridades se concretará en diciembre del año próximo, la trascendencia de esta cuestión comienza a delatar ambiciones políticas y posturas partidarias. A esta altura, las aguas están bien divididas. Por una lado están los que ven con buenos ojos la incursión de una empresa en el club, por ahora una minoría. Por el otro, están los que de ninguna manera quieren a terceros en negocios propios, por más dinero que se les prometa.
Son cuatro las empresas interesadas en trabajar con River. La primera en hablar con los dirigentes millonarios, más precisamente con el presidente David Pintado, fue ISL International, a través de Hugo Porta, ex secretario de Deportes de la Nación. La gente de Exxel Group mostró su interés inmediatamente después de que ganó el gerenciamiento del club Quilmes. Ayer, en el Monumental, fue el primer contacto con Denuel Group.
Sin embargo, el grupo texano Hicks, Muse, Tate & Furst es el que más lejos llegó. Tras un almuerzo- al que algunos dirigentes se negaron a ir- entre Charles Tate, Alfredo Davicce y Jorge Arias -vicepresidentes 1° y 2° del club- en el restaurant Cló Cló de la Costanera, la empresa le envió un borrador del contrato que pretendía tener con la institución de Núñez.
Fue entonces cuando se dio el primer cruce en la política de River. El grupo Hicks es dueño de una buena parte de Torneos y Competencias y figura como parte del negocio en el borrador del contrato.
Según el escrito, el grupo estaría capacitado para renegociar contratos preexistentes, así como para crear nuevos vínculos. La mayoría de los dirigentes puso el grito en el cielo cuando advirtió que TyC contaría con la posibilidad de modificar los acuerdos que ya tiene con River.
Otro de los puntos discutidos fue que la empresa pretendía tener a su gente como representante de River ante las demás instituciones, asociaciones o federaciones nacionales o internacionales, así como frente a los entes gubernamentales.
El asesor letrado de River, Eduardo Galeano, confeccionó un informe negativo sobre el borrador de Hicks, que fue enviado a todos los integrantes de la comisión directiva. De inmediato, mientras casi todos los dirigentes alzaban su voz contra el gerenciamiento, Davicce le pidió al abogado que haga otro contrato para presentarle a la empresa.
En este nuevo borrador, con muchas menos atribuciones a Hicks, el acuerdo se limitaría a que el grupo se haga cargo de los contratos de TV -con Torneos-, de publicidad estática, de merchandising y de camisetas, además de otras concesiones dentro del club. El fútbol infantil, juvenil y profesional está exento del acuerdo, así como cualquier negociación con pases de jugadores.
Sin embargo, este nuevo proyecto no conforma a la mayoría de la dirigencia riverplatense. Uno de los párrafos más cuestionados es la cláusula quinta, que dice: "El club le otorgará a la empresa los poderes necesarios para que ésta pueda actuar en su representación frente a terceros...". La cláusula 12a también despierta controversias: "La empresa le otorga al club, en calidad de préstamo, la suma de 20.000.000 de dólares, que son entregados junto con la firma del contrato. Dicho importe será devuelto por el club en cuatro cuotas anuales, de 5.000.000".
River tiene un pasivo que rondaría los 26.000.000 de dólares; con el préstamo de la empresa lo estaría saneando, pero muchos consideran que, al mismo tiempo, River se estaría endeudando innecesariamente con un emprendimiento alocado, tal como lo llamaron varios dirigentes de peso. Además, el borrador establece que la empresa que acepte el gerenciamiento se compromete a darle a River 23.500.000 dólares por año, cifra que actualmente obtiene el club por los contratos con Publiestadio (estática), Adidas, South American Sports (torneos de verano), Quilmes, Coca Cola, TyC merchandising, TSC-AFA (TV codificada), T&T-CSF (Libertadores y Mercosur) y TyC (explotación de Internet). Si con la incursión de la empresa esos contratos se mejoraran, la diferencia se dividiría entre el club y el gerenciador por partes iguales. De acuerdo con esto, River seguiría embolsando lo mismo, y si la empresa hace mejores negocios, ganaría más. Lo que objetan los que se oponen al proyecto -se dijo, por ahora son casi todos- es que River por sí mismo podría intentar mejorar esas condiciones, sin la necesidad de que terceros entren en el club.
El tema está instalado desde hace varias semanas, pero el final está abierto. No es la primera vez que Davicce no tiene consenso sobre algo y después lo obtiene de repente. En el medio, conviene recordarlo, hay muchos millones en juego.
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