Con una estocada de Zabala, Rosario Central superó a Talleres y es puntero de la Superliga

ROSARIO.- Dos partidos, dos victorias. Un inicio auspicioso enseña Rosario Central, que con gol de Diego Zabala, a los 31 minutos del segundo tiempo, superó 1-0 a Talleres, de Córdoba, por la segunda fecha de la Superliga. Un triunfo que suma para la tabla de posiciones, en la que los rosarinos se presentan como punteros, y ayuda a engrosar el promedio, que resulta un espejo en el que los canallas no pueden dejar de mirarse. Después de las PASO, que se desarrollarán el próximo domingo, el conjunto que comanda Diego Cocca visitará a San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro.

Por el mérito propio de meter y correr Rosario Central se quedó con tres puntos frente a Talleres y sumó puntaje ideal en las dos fechas. Una incipiente base de sustentación para acomodarse mejor en la carrera para escapar del fondo de la tabla de los promedios.

Al equipo de Cocca le alcanzó con la reacción anímica del complemento, donde Zabala, futbolísticamente desaparecido en el inicio, creció hasta convertirse en figura, mas los ingresados Gamba y Ribas.

Sencillamente el primer tiempo fue un bodrio de principio a fin. La pelota fue maltratada los 45 minutos. Apenas se puede registrar un tiro libre de Gil que despejó Herrera.

Confío Cocca en los mismos once para el complemento y le respondieron. La cita no es casual: muchos jugadores tuvieron actuaciones de bajo nivel. Y les respondieron.

Con el correr de los minutos la intensidad del local comenzó a marcar diferencia. Talleres demostró una carencia futbolística y anímica alarmante. Estuvo lento, mal con la pelota, y sin siquiera poseer el plus final de buscar una pelota salvadora para el empate. Un aplazo en todas sus lineas.

El gol del uruguayo Zabala

La victoria canalla llegó desde el banco con Zabala y Ribas. Sostenido por Gil y Rinaudo desde el minuto uno, mas el aporte de Zabala en el complemento, que quitó, jugó e impuso condiciones por su sector, Central visualizó la victoria y fue por ella.

A los 31, Lucas Gamba, con apenas una práctica con sus nuevos compañeros, arrancó en posición de diez asistió de manera milimétrica a Sebastián Ribas, quien le bajó la pelota de cabeza a Zabala, que a la carrera definió de derecha. Gran gol.

El local siguió siendo el dueño del partido hasta el final. De menor a mayor, con casi nada de fútbol, pero con decisión, Central ganó bien.