El mensaje de Pablo Matera a Crusaders, otra vez campeón, y el colorido ritual festivo del DT

“Felicitaciones Crusaders, no dejan de inspirar”. El mensaje es de Pablo Matera en una historia de Instagram desde París. El tercera línea argentino vivió desde Europa una nueva coronación del conjunto de Christchurch, el equipo que domina desde hace años el rugby del hemisferio sur y al que se sumará en 2022. Desde 2017 Crusaders ganó todos los campeonatos que jugó.

En ese año comenzó la racha derrotando en la final a Lions por 25-17 en la altura de Johannesburgo. Al siguiente venció al mismo rival por 37-18, pero en condición del local. En 2019 estuvo enfrente a Jaguares, que por momentos se plantó de igual a igual, pero el cuadro neozelandés terminó imponiéndose por 19-3 con una particularidad: ese día Matera tuvo una gran actuación y fue distinguido como el mejor jugador del partido, ante el público que en 2022 lo apoyará.

En 2020 la pandemia obligó a dividir el torneo de franquicias más importante del sur del mundo; Australia creó el Super Rugby AU, y Nueva Zelanda, el Super Rugby Aotearoa, que conquistó con holgura Crusaders, con seis victorias en siete encuentros. En 2021 no hubo excepción y el multicampeón venció a Chiefs por 24-13 en el choque decisivo.

Compacto de Crusaders 24 vs. Chiefs 13

Hay un nombre clave en el éxito de Crusaders: Scott Robertson fue un gran tercera línea y ganó tres títulos de Súper Rugby en su etapa de jugador. Entrenó a, y ganó campeonatos en, el seleccionado M-20 de Nueva Zelanda y Canterbury en el torneo provincial del país. En 2017 fue elegido head coach de Crusaders y a partir de entonces el equipo ganó todo lo que afrontó luego de una sequía de ocho años. Carismático, extrovertido y muy popular, Robertson festeja todas las coronaciones de una misma manera: baila en el medio de una ronda mientras los jugadores aplauden y cantan. Lleva 16 títulos en 14 años de entrenador, una cifra que seguramente lo depositará a la cabeza de All Blacks en algún momento.

El ritual de Robertson en cada celebración

En la final de este sábado Crusaders mostró su experiencia y su capacidad de competir. No jugó bien y en un tramo del segundo tiempo llegó a tener dos jugadores menos por amonestaciones y apenas dos puntos de ventaja en el marcador. Sin embargo, Chiefs no dio el golpe de gracia y el campeón mantuvo la compostura. Cerró el juego con un maul fuerte y Richie Mo’unga se encargó del resto: manejó los tiempos, entendió lo que necesitaba su equipo y facturó con el pie cada vez que tuvo la oportunidad. El apertura de All Blacks terminó con 14 puntos y fue la figura.

Ya son 12 los cetros que suma Crusaders. En el Super Rugby ninguna otra franquicia posee más de tres. Canterbury es la cuna del rugby neozelandés y la que genera los mejores jugadores del seleccionado negro. Hay un dato imponente: Crusaders afrontó 25 partidos de playoffs como local en la historia y ganó todos. Nunca tuvo tanto éxito en temporadas consecutivas como ahora, con un conjunto que viene reinventándose año tras año para sostenerse en lo más alto. En ese proceso, Matera tendrá mucho por aportar el año próximo. El capitán de los Pumas es uno de los mejores terceras líneas del mundo y ofrecerá su liderazgo, su empuje y su experiencia a un equipo que blande una cultura y una mística ganadoras, tanto que sigue marcando la historia del rugby neozelandés.