Pumas 7s disfruta de Rodrigo Isgró, un todoterreno que brilla en los momentos claves de los partidos

El triunfo contra Sudáfrica en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 posiblemente sea el más trascendental de estos Pumas 7s. No sólo por haber logrado clasificarse a las semifinales, avance que concluiría con la medalla de bronce, sino también por la épica de haber ganado jugando casi todo el partido con uno menos por la expulsión de Gastón Revol. Argentina terminó con cinco jugadores por una amarilla y ahí empezó a sobresalir la figura de Rodrigo Isgró, recuperando una salida con todas sus destrezas y timing en el juego aéreo. Con dos jugadores más, los Blitzboks iban a tener muchos espacios para dar vuelta la historia, pero el mendocino apagó el incendio para desatar la euforia y la emoción de un equipo que está marcando una época. Un grupo que logró dar otro golpe y este domingo se consagró en Vancouver al superar en la final a Francia por 33-21.

A diferencia de muchos jugadores que empiezan en el mundo del rugby por su padre, Rodrigo Isgró llegó a Mendoza Rugby por su tío, que llevó a su primer sobrino al club en el que se formó. Nacido en 1999 y con un paso por los seleccionados juveniles de su provincia, fue detectado por el sistema de la UAR y participó del último Mundial Juvenil, en 2019, en el litoral del país, en el que se destacó como wing, al igual que Mateo Carreras.

En el arranque de 2020 debutó en el circuito en la etapa de Hamilton y la pandemia interrumpió su adaptación en el primer nivel. Regresó en 2021 en los torneos de preparación para la cita olímpica en la que se consagró. De los 17 torneos posteriores, incluida la Copa del Mundo de Ciudad del Cabo en 2022, disputó 16: una fractura expuesta en la mano lo alejó de la etapa de Londres, casualidad o no, una de las dos veces que los Pumas 7s no se clasificaron a los cuartos de final de oro post Tokio 2020.

Isgró tiene todas las características para encajar en lo que busca Santiago Gómez Cora. Cuenta posiblemente con el mejor juego aéreo del mundo en la disciplina y es vital para recuperar las salidas. Es un férreo tackleador y pescador de pelotas en los rucks. Sobresale por su energía y su intensidad que contagia y también se hizo cargo de las patadas al touch en los últimos torneos. Su tren inferior lo convierte en un jugador muy difícil de bajar para los rivales. Un verdadero todoterreno que es fundamental en un rugby en el que dominan los atletas.

Su perfil bajo y su carácter introvertido a veces lo ponen en un segundo plano, pero hoy es un jugador indispensable para los Pumas 7s, que quedaron segundos en el ranking cuando faltan cuatro torneos para el final de la temporada. En Hamilton, en enero, jugó una final brillante que le valió el premio del MVP de World Rugby y un lugar en el equipo ideal del campeonato. El fin de semana pasado también fue votado en el Dream Team en los Ángeles, mientras que en Vancouver volvió a sobresalir en la final y recibió nuevamente la distinción como el mejor. Además de apoyar un try en el encuentro decisivo se destacó por su despliegue físico y recuperó la pelota del try de Tobías Wade para pasar a ganarlo. En la semifinal ante Irlanda también fue importante por apoyar una de las dos conquistas de los Pumas 7s y pescar la última pelota en plena defensa.

Algo tímido, respondió en castellano cuando le consultaron en la transmisión oficial por estar otra vez en lo más alto del circuito. “Este grupo lo es todo, estoy muy orgulloso. Amigos, compañerismo. Las cosas se dan porque hay mucho laburo… Son muchas las emociones. Estoy orgulloso de mis amigos, del staff y de mi familia. Sé que están detrás del televisor con una sonrisa”, expresó a minutos de haber logrado la quinta estrella de Argentina en los 200 torneos que se llevan disputados en la historia del circuito masculino.

Isgró siempre manifestó su sueño de llegar a los Pumas. Aún es joven y seguirá ligado al seven hasta los Juegos Olímpicos de París 2024, si es que logran concretar la clasificación que está cada vez más cerca. En el próximo ciclo olímpico habrá un lógico recambio y le sobran cualidades para adaptarse a una disciplina totalmente distinta. Para eso todavía falta y Santiago Gómez Cora seguirá disfrutando de uno de sus motores.