Acuerdo con Moyano: el Gobierno prevé darles a los camioneros beneficios en el impuesto a las ganancias

El proyecto de ley de Presupuesto 2023 incluye un artículo, impulsado por el oficialismo, que busca darles un beneficio a los conductores de medios de transporte de larga distancia –como los camioneros que cumplan ese requisito–, profundizando un trato diferencial, respecto de otros trabajadores, en el impuesto a las ganancias.

La intención es elevar en un 400%, para quienes hagan recorridos de al menos 100 kilómetros, el tope de la deducción por “gastos de movilidad, viáticos y otras compensaciones análogas” abonados por las empresas. Por los salarios de 2022 –la novedad regiría a partir de este año, según se especifica en la letra de la iniciativa–, eso provocaría que el monto que se deja de abonar al fisco, gracias a esa deducción, pase de un máximo anual de aproximadamente $90.000 a uno de $440.000 (una diferencia de $350.000 por trabajador).

Y, por la actualización que se le aplicará al esquema de Ganancias al iniciarse 2023, el tributo que dejarían de pagar esos trabajadores el año próximo subiría desde una cifra de hasta $160.000 a un monto que podría llegar a $790.000, con una diferencia de $630.000. Esas cifras serían las involucradas en el caso de los ingresos alcanzados por la alícuota más alta de la tabla.

Para los trabajadores de otras actividades económicas, esa deducción puede traducirse en un menor pago del impuesto por cifras de hasta $35.000 este año, aproximadamente, y de hasta $65.000 para 2023, según estimaciones, ya que el monto máximo deducible es mucho más reducido.

El artículo del proyecto, que referentes de la oposición rechazan, prevé incorporar un texto a la ley de Ganancias que indique que, “con vigencia a partir del año fiscal 2022″, el límite de lo deducible por movilidad u otras compensaciones, si se trata de actividades de transporte terrestre de larga distancia, no podrá exceder “el importe que resulte de incrementar en cuatro (4) veces el monto de la citada ganancia no imponible.” Este último concepto (la ganancia no imponible) es este año de $252.564,84. Y lo que dice la ley vigente es que, para el segmento de trabajadores en cuestión, el tope deducible es igual a esa cifra (sin incrementarla). Para trabajadores de otros sectores rige un máximo deducible del 40% del mencionado valor de referencia (este año eso equivale a $101.026).

La inclusión de esta modificación tributaria en el proyecto del presupuesto del sector público fue considerada en una reunión que mantuvieron la semana pasada la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, con el dirigente del sindicato de camioneros Pablo Moyano. “A partir de un acuerdo entre Camioneros y el Ministerio de Economía se le incluyó al proyecto una modificación sobre el Impuesto a las Ganancias que establece la exención de los adicionales al salario básico de los transportistas terrestres para el pago del tributo, en beneficio de más de 130.000 trabajadores”, se especificó desde fuentes oficiales el viernes, según consignó un cable de la agencia estatal Télam.

La deducción por los gastos en cuestión ya existe en la ley. También rige un diferencial, más moderado que el ahora proyectado, para el caso de quienes trabajan en “actividades de transporte terrestre de larga distancia”, en las que hay más incidencia de este tipo de pagos, dada la naturaleza de las tareas. Lo que busca el oficialismo es aumentar ese beneficio, al mismo tiempo que expresa un discurso sobre la necesidad de un trato de igualdad frente a los impuestos.

“El artículo 104 del proyecto de ley de Presupuesto 2023 eleva brutalmente las deducciones para los camioneros. Un ‘bonus’ de $350.000 al año por afiliado, pagado con el IVA de la polenta. Moyano sí. Piumato no. Esto explica el acto de Máximo [Kirchner] y Pablo [Moyano] del otro día. Vergüenza”, expresó en un tuit el diputado del Pro Luciano Laspina. El legislador le dijo a LA NACION que, según sus estimaciones, el beneficio impactaría en unos $650.000, por empleado, para 2023.

Cómo impactan las deducciones

Las deducciones son montos que se descuentan del ingreso antes de hacerse el cálculo del impuesto a pagar. Por eso, alivian la carga fiscal.

Varios topes de los importes que pueden deducir los empleados en general por diferentes gastos están muy desactualizados. El importe máximo que es posible deducir por intereses de créditos hipotecarios, por caso, lleva décadas congelado en solo $20.000 anuales, lo que provoca que esa deducción, habilitada por ley, no resulte efectiva en la práctica para cumplir su objetivo. En los últimos años, el Congreso nunca llegó a considerar un proyecto que corrija esas situaciones, que derivan en distorsiones si lo que se pretende es cobrar el impuesto respetando la capacidad contributiva de las personas.

En el caso de los pagos por movilidad o viáticos, para los trabajadores del transporte terrestre, que según el proyecto subiría a $1.262.824,2 por los ingresos del actual 2022, lo deducible es hoy de hasta una vez la “ganancia no imponible” ($252.564,84).

Al igual que otros conceptos del impuesto, la ganancia no imponible se actualiza cada enero según la variación interanual registrada al mes de octubre por la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).

El dato para el reajuste de 2023 aún no se conoce. Pero, considerando la evolución que, de un año al otro tuvo en agosto el indicador salarial, puede estimarse que las cifras subirían entre 75% y 85%. Eso llevaría el tope de la deducción para el caso del transporte y si se aprueba que se incremente en cuatro veces, a una cifra de unos $2,25 millones, lo que derivaría en que dejen de tributar hasta unos $630.000 o unos $650.000 quienes se vean alcanzados por la alícuota más alta.