¿Alcanza la cosecha récord para zafar?
Estamos todos mirando la aparición de los indicadores de reactivación económica, como los náufragos miran el horizonte por si aparece alguien que los pueda rescatar. En la Argentina de 2019 el elemento reactivador más probable es la cosecha, que se espera que alcance los 140 millones de toneladas. ¿Qué riesgos corre la producción agrícola? ¿A cuántos bolsillos llegará la mejora? ¿Alcanza para financiar una corrida cambiaria, si se presenta?
Al respecto entrevisté al argentino Ernesto Saturnino Liboreiro (1939-2012), graduado en la Universidad Nacional del Sur y en la Michigan State University. En materia agrícola, asesoró a organismos nacionales e internacionales. En 1999, promovió y posteriormente dirigió el Instituto de Negociaciones Agrícolas Internacionales, fundado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca. Recibió numerosos premios. Al decir de Jorge Eduardo Cincunegui, Liboreiro "supo combinar capacidad intelectual y disciplina de trabajo con una visión amplia del mundo y una gran riqueza humana. Nunca cayó en una visión reduccionista. Lo suyo siempre fue la economía aplicada y la política económica".
-La Argentina se encamina a una cosecha de 140 millones de toneladas.
-Hacés bien, Juan Carlos, en decir que se encamina, porque el resultado final depende de muchas causas. El esfuerzo que hicieron los productores, luego del impacto de la sequía del año pasado, es encomiable. No solo por el esfuerzo, sino por los recursos comprometidos, porque 140 millones de toneladas no resultan solo por buen clima, sino también por aplicación de la tecnología moderna. Pero?
-Pero, ¿qué?
-El volumen de la cosecha depende de consideraciones climáticas, y el valor de la cosecha, de los precios internacionales. Además de lo cual, los beneficios dependen de costos inesperados, como paros de camioneros, huelgas de los puertos, etc.
-Entiendo, pero de cualquier manera estamos delante de una buena cosecha. ¿Quiénes se benefician?
-De manera directa, los propietarios de los granos; que no necesariamente quiere decir los dueños de los campos donde fueron producidos, porque algunos fueron arrendados sin pactar precios extraordinarios.
-¿Y de manera indirecta?
-Quienes trabajan en los campos, quienes le prestan servicios al sector agropecuario, quienes les venden mercaderías a los productores agropecuarios, etc. En los pueblos y ciudades rodeados de productores agropecuarios, también los mozos de los restaurantes, los vendedores de tractores y maquinaria agrícola y hasta las colectas que se realicen en las iglesias, los domingos, sentirán que esta campaña agrícola es mejor que la anterior.
-¿Estás diciendo que la tan criticada teoría del derrame funciona?
-En la literatura económica la teoría del derrame no existe. Los críticos inventaron una versión utópica del derrame, que es muy fácil de criticar. Lo que existe es la realidad del derrame, así como su ausencia. Cuando termine esta campaña agrícola, si recorrés las ciudades que están rodeadas de productores agropecuarios y conversando con los comerciantes y empleados, vas a poder comprobar lo que te digo.
-¿Qué importancia macroeconómica tiene en la Argentina una buena cosecha?
-Buena pregunta, para quitar del medio un par de hipótesis extremas, que no sirven para entender. Una dice que con una buena cosecha "nos salvamos", la contraria afirma que una buena cosecha "no mueve el amperímetro".
-Explicate.
-Dentro del PBI total el sector agropecuario no tiene la importancia que tenía hace un siglo, de manera que ahora no alcanza para salvarnos. Pero también exagera quien afirma que da lo mismo que la cosecha sea buena o mala. Lo que sí es claro es que el impacto no lo sentirán todos por igual.
-Obvio.
-Obvio, pero mejor remarcarlo. Frente a una cosecha récord cabe esperar que los productores de tractores estén más contentos que los de libros y que los fabricantes de pastas de Trenque Lauquen estén más contentos que los de Liniers.
-¿Qué importancia tiene una buena cosecha sobre el mercado cambiario?
-Distingamos entre stock y flujo, y entendamos el comportamiento humano. En el corto plazo, el precio del dólar depende mucho más de los stocks de pesos y dólares que del superávit comercial. Si de un día para el otro el precio del dólar pasa de $40 a $42, no es porque los exportadores liquidaron menos, sino porque algunos decidieron dolarizar parte de sus portafolios.
-¿Qué es eso del comportamiento humano?
-Todos somos argentinos. Las mismas razones que llevan a cualquiera a comprar la mayor cantidad posible de dólares llevan a los exportadores a vender la menor cantidad posible de dólares. De manera que un fuerte superávit comercial puede coexistir con un déficit cambiario.
-¿Qué tal obligar a los exportadores a liquidar las divisas?
-Esto tenía sentido cuando existía el cepo cambiario, pero, en la actualidad, cinco minutos después de que un exportador se vea forzado a vender dólares, los volverá a comprar. Ya bastantes problemas tiene la política económica actual como para encima restablecer el cepo.
-Recordado Ernesto, muchas gracias.
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