Arte y tecnología: una muestra en la que la obra tradicional converge con lo digital
Ver obras de arte plástico en 360, observar pinturas desde una tablet o sentarse frente a La Gioconda de Da Vinci reproducida en distintas versiones en una misma pantalla es un resumen de algunas de las nuevas expresiones que puede tener el arte moderno que ya se aggiorna a las plataformas digitales.
Esa es la propuesta de Diderot.Art, un emprendimiento creador por Lucrecia Cornejo que reúne en un e-commerce obras contemporáneas, y permite conocer y comprar piezas con un solo clic, Sin embargo, en esta oportunidad apostó por el mundo "físico" y el jueves inauguró una muestra en la que la obra tradicional converge con lo digital.
El museo Marq es el punto de encuentro donde distintas piezas de arte se exponen en dos galerías, una de ellas organizada en tres pisos en un ambiente descontracturado. Desde allí se puede recorrer una amplia gama de obras, como tablets que muestran una suerte de selfies en cada color: rojo, morado, amarillo, verde eran las opciones donde se reflejaban los distintos ángulos de la escena.
Del otro lado de la sala, desde un visor de realidad virtual y con el sonido del agua, se puede contemplar en 360° una pieza abstracta de formas y colores. También se suman obras de fotografías que se exponen organizadas una junto a otra, como pixeles que muestran las formas de pinturas famosas. La muestra estará abierta al público hasta el 28 de este mes, de 13 a 20 horas.
En la otra torre del museo, se alzan distintas temáticas que muestran formas, texturas, colores en opciones de cuadros modernos y cubistas; mientras que otros artistas optan por mostrar obras que incluyen luces como parte de la experiencia.
Los artistas que participaron de esta muestra tienen algo en común: comparten sus obras en la plataforma Diderot.Art, donde pueden mostrar y vender sus piezas desde un espacio virtual.
La idea original del emprendimiento fue mejorar el acceso para artistas y consumidores que quieran acercarse al mundo del arte. En otros términos, cambiar el paradigma de que las obras pueden verse solo en espacios cerrados y pasen a un modelo de experiencia que incluya una nueva forma de negocios.
El concepto partió de la base de tomar la "democratización" que propone el mundo virtual y trasladarlo al arte, de manera que el abanico de posibilidades se amplíe, tanto para el público como para los valores. De hecho, desde la plataforma se pueden conseguir obras entre $2500 y más de $300.000
Diderot.Art es llevado adelante por Lucrecia Cornejo, Angie Braun y Stefy Jaugust. Desde allí, reflejan el trabajo de más de 60 artistas que exponen obras de pintura, dibujo, collage, grabado, fotografía y escultura, donde las personas tienen la posibilidad de comprar desde su casa.
La experiencia comienza en el trabajo de asesoría, donde se puede elegir la obra según el espacio –casa, oficina o colección – y el presupuesto disponible. Así, se brinda una propuesta personalizada, en la que Diderot.Art ofrece herramientas ilustrativas para visualizar cada obra en un contexto virtual. Si finalmente el cliente no está contento o convencido de su compra, puede devolverlo en un plazo de siete días.
Según los relevamientos de la plataforma, la mayoría de las personas compra óleos y fotografías para el living de su casa, en estilos abstractos y modernos, con más cantidad de colores.
Pese a apostar por el mundo digital, Cornejo analizó que estos encuentros, como el que se lleva a cabo en el museo Marque, son formas de conectarse con el arte de una forma más participativa. "Es el primer e-commerce que está curado, es decir, que selecciona los artistas y qué parte de las obras se van a mostrar. El proyecto nació para darle espacio a artistas que están en distintos estadíos, desde los que recién empiezan a los ya consagrados", explicó.
Además, según su visión, da la posibilidad a la gente a acceder a distintos estilos y presupuestos. El proyecto empezó con 38 artistas en mayo del año pasado, ahora cuenta con más de 60 expositores y pretende llegar a 75 para fin de año.
"Es un proyecto sumamente desafiante, porque propone una nueva forma de discutir arte. Buscamos acrecentar la base de consumidores, dándole a la gente una puerta de entrada al arte a través de presentar a los artistas, informar con blogs y redes sociales para dar conocimiento", sostuvo Cornejo.
"Hay muchísimo interés, pero hay gente que al arte lo siente lejos o que cree que es muy caro. Ahora tienen una experiencia más transparente y toman noción del acceso", cerró.
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