
Boden 2012: dólares blancos, pero caros
El cepo oficial a la compra de divisas impulsó como alternativa el título próximo a vencer
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El Boden 2012, emitido hace más de diez años por el Estado nacional, llegará al final de su extensa recta en un mes y dos días. Este instrumento de deuda en dólares, introducido tras la crisis de 2001 para ahorristas que rechazaron la pesificación de sus depósitos en moneda extranjera, se ha constituido en una opción ante el cepo cambiario para hacerse de dólares en poco tiempo, sin salir del circuito formal.
Sin embargo, el mecanismo usado para obtener moneda estadounidense no resulta conveniente al dejar de lado ese fin. Es decir, no es una opción rentable, sino que implica pagar un dólar caro.
Un repaso sobre las condiciones de emisión permite entender mejor los pormenores de una inversión en el título. El monto emitido en 2002 ascendió a US$ 17,44 millones. Se fijó entonces una amortización de ocho cuotas anuales del 12,50% del total y pagos semestrales con intereses devengados sobre saldos a la tasa Libor (la interbancaria del mercado londinense, de variación diaria) a 180 días. La última cuota se pagará el tercer día de agosto. Es allí donde algunos vieron la posibilidad de convertir en dólares su compra en pesos, sin importar la rentabilidad negativa.
Hasta el viernes, por cada US$ 100 nominales (hoy 12,5 reales) se pagaron en la Bolsa $ 647. Considerando el pequeño pago del interés, el inversor desembolsó $ 6,45 por cada dólar a cobrar cuando el bono sea rescatado.
El precio de este dólar resulta muy superior al del mercado paralelo, que se operó a $ 5,98. El Boden 2012 está ligado a la cotización del dólar conocido como "contando con liqui", una operación bursátil legal para evitar la plaza cambiaria: un residente compra bono aquí, luego lo vende en otra plaza del exterior, y así recibe dólares en una cuenta bancaria de afuera.
Esas operaciones, como la del Boden 2012, indica Evelin Dorsch, de la consultora Ledesma, "reflejan la intensidad de la fuga de capitales a través de la brecha que sostienen con el precio del billete oficial". Prueba de ello es que en los últimos meses la cotización avanzó al ritmo del cepo cambiario.
"En agosto el bono va a pagar a los tenedores US$ 12,50 por cada lámina de US$ 100, con un interés de acuerdo con la tasa Libor, que es mínimo. Al precio actual, es claro que el mercado no hace esta compra por rentabilidad sino para hacerse de dólares", dice Paula Premrou, directora de Portfolio Personal.
Bajo esa premisa, la elección no resulta demasiado aventurada. "El Boden 2012 prácticamente no tiene riesgo de crédito, ya que el Gobierno manifestó que tiene los fondos para pagarlo e incluso la presidenta lo explicitó", indica José Echagüe, director de Quantum Finanzas, en alusión a las palabras de Cristina Kirchner, quien ratificó el martes que el Estado pagará su compromiso de casi US$ 2300 millones, y alejó las versiones de pesificación.
En coincidencia con Echagüe, Gustavo Ber, titular del estudio Ber, desaconseja ese posicionamiento a minoristas. "No encuentro ningún sentido en entrar al bono ahora y convalidar un tipo de cambio implícito cercano a $ 6,50 por dólar a un mes".
El economista de Quantum atribuye estas operaciones al sector corporativo. "No creo que sea producto de las expectativas de devaluación del peso contra el dólar, sino para conseguir lo que de otro modo no pueden, por ejemplo, para pagar dividendos o regalías, a lo que el Gobierno le puso más trabas", describe.
Los analistas desaconsejan el Boden 2012 a quienes persigan rendimientos. Por caso, en Bull Market Brokers, los preferidos para arbitrar o invertir son el Boden 2013 y el Bonar IV. También el Boden 15 se perfila como heredero.
ESCENARIO
- $ 647
La cotización
El precio al que cerró la semana el Boden 2012 en la Bolsa
- $ 6,45
Es el tipo de cambio
Los inversores pagaron ese precio implícito por cada dólar a cobrar en un mes






