Bonos y pantuflas. La estrategia de una fintech argentina para reclutar 130 empleados
Aumentos salariales todos los trimestres, planes de salud premium, licencias familiares extendidas y hasta la posibilidad de trabajar en pantuflas. En un escenario de fuerte competencia, las empresas de tecnologíadeben hacer esfuerzos cada vez más abarcativos para captar los talentos que necesitan para concretar sus planes de crecimiento.
En esa carrera está la fintech Naranja X, que se lanzó en septiembre de 2019 y luego de ampliar su equipo de 15 a 150 personas planea casi duplicar su planta en 2020 con la incorporación de entre 100 y 130 empleados. "Queremos crear una marca empleadora fuerte en un lugar estratégico de la ciudad", dice a LA NACION Gastón Irigoyen, CEO de la empresa, desde las nuevas oficinas en Nuñez. Barrio que, asegura, "se está convirtiendo en el polo tecnológico de Buenos Aires".
El 80% de las búsquedas laborales de la fintech -que pertenece a Tarjeta Naranja y tiene al Banco Galicia entre sus principales socios- refieren a perfiles de tecnología (developers JAVA, Android, PHP, iOS), diseño y desarrollo de producto, data science y ciberseguridad. Sin embargo, también hay algunos puestos disponibles en las áreas de Marketing, Operaciones, Logística, Administración y Finanzas y People Care, entre otras.
Las búsquedas continúan activas incluso en medio de la paralización generada por la pandemia del coronavirus y en la empresa aseguran que ya se contrataron 16 personas de manera remota desde el inicio de la cuarentena.
En un sector donde los estándares laborales son muy altos, Naranja X ofrece una política de compensación que garantiza cuatro aumentos por año. "Y además los bonos, que históricamente se pagan por año, nosotros también los hicimos trimestrales para que la gente pueda tener mayor liquidez", dice Irigoyen. También ofrecen licencias de maternidad y paternidad extendidas, planes de salud premium, actividades de yoga, mindfulness y stretching en la oficina, opciones de alimentación saludable las 24 horas y hasta se posicionan como la "primera oficina en pantuflas de la Argentina", es decir, donde nadie tiene obligación de usar zapatos.
"Estos beneficios tienden hacia la comoditización, es algo casi dado para el mejor talento del mercado, pero a nosotros nos hace la diferencia la posibilidad de emprender con la adrenalina que eso supone, pero con la seguridad que nos da el respaldo de Naranja, que tiene cinco millones de clientes y 200 sucursales en todo el país", dice el ejecutivo.
La fintech tiene planificada una inversión de US$50 millones para 2019 y 2020, destinada a fortalecer los tres grandes ejes de su oferta: cobros, pagos y ahorro. En el eje de cobros, ofrecen un postnet (Npos) que ya tienen 60.000 clientes y que generó $1500 millones de pesos en movimientos y en facturación durante 2019. Este año aspiran a llevar ese número por encima de los $10.000 millones.
En el eje de pagos, la aplicación de Naranja X permite hacer pagos con QR, recargar tarjetas de transporte público y recargar el celular. Pronto, además, agregarán el pago de servicios. En el plano del ahorro mantienen activa la herramienta de compra y venta de dólares y están trabajando en el lanzamiento de su propio fondo común de inversión. "Con los cambios regulatorios y la Argentina en la que estamos viviendo y vamos a vivir queremos ver cuál es la mejor manera de estructurarlo y estamos pensando en hacerlo distinto a los fondos que ya conocemos", adelanta Irigoyen.
El CEO destaca que en la Argentina solo el 7% de la población ahorra con entidades bancarias y solo el 50% tiene cuenta. Incluso entre los propios clientes de Naranja, el 60% no utiliza los canales digitales. "En contextos como el actual se evidencia la utilidad de las herramientas digitales para ahorrar tiempo en trámites y dinero, pero también para solucionar muchas cosas sin exponerte a un riesgo sanitario", apunta Irigoyen.