La continuidad de la sequía impulsa cambios en la siembra de los granos gruesos

La situación de los agricultores es muy complicada. En toda la ruta 7 hasta Laboulaye, por ejemplo, los trigos tienen un estado lastimoso al comienzo de la espigazón. “Rendirán 15 quintales por hectárea si no llueve la semana próxima o 30 quintales si hubiera precipitaciones importantes. Se sembraron con modelos que apuntaban a 50 quintales”, lamenta un productor de Rufino.

Con la aplanadora de los suelos secos y pronósticos no alentadores en lo inmediato, los productores enfrentan el desafío de implantar los granos gruesos. Una alternativa que están considerando muchos son los planteos diversificados: “Voy a desparramar los cultivos en el tiempo, con algo de maíz de octubre; otro poco a principios y fines de diciembre; soja de fines de octubre y principios y fines de noviembre, y sin descartar el cultivo de segunda”, comenta el agricultor.

Su preocupación principal es determinar la mejor estructura del cultivo y las fechas de siembra para llegar a pisos mínimos de rinde sin pensar, por ahora, en los techos. Así, en maíz piensa desarrollar un esquema defensivo reduciendo la densidad de siembra y la dosis de fertilizante en los lotes con potencial subóptimo.

Siembra escalonada

Para lograr la máxima eficiencia en esos dos puntos utilizará la siembra de precisión y análisis de suelos, que solo representan el 1% de la inversión total en fertilizantes, con los precios actuales. No descarta agregar micronutrientes –las plantas requieren 18 elementos para crecer– para facilitar la absorción por parte de las raíces, que no podrán profundizar mucho en suelos con humedad limitada.

El escalonamiento de las fechas de siembra tiene por objeto diversificar el momento de floración de los cultivos en función de los pronósticos climáticos que se vayan conociendo y aprovechar chaparrones ocasionales.

“Si un lote tiene humedad para entrar con la máquina, se siembra, independientemente del turno que tenía en la planificación”, explica el productor.

Otra precaución que prevé es la aplicación anticipada de los herbicidas residuales, que necesitan lluvias para incorporarse. Con esa decisión aumentará la probabilidad de que ocurra la precipitación que comience su incorporación. En estos productos no piensa aumentar la dosis porque, si el año sigue seco, pueden no descomponerse y dejar carry para el cultivo siguiente.