En el camino hacia la cosecha preocupan las altísimas temperaturas, la insuficiencia de lluvias, valores menores a los presupuestados al momento de siembra y la suba de costos
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A principios de febrero los productores de granos gruesos enfrentan la incógnita de cómo terminará la campaña 2023/2024, amenazada por las altísimas temperaturas, la insuficiencia de lluvias, precios menores a los presupuestados al momento de siembra y por la suba de costos.
Según los meteorólogos, la falta de lluvias de fin de enero es un hecho esperable en los veranos y febrero podría traer una paulatina recuperación de los registros. Si esos pronósticos fueran certeros, la otra preocupación son los ingresos estimados de la cosecha y la reconstrucción del capital de trabajo.
El trigo 2023/2024 fue el primer “aire agrícola” de la campaña, permitió equilibrar bastante el presupuesto financiero de las empresas, pero no posibilitó hacer reservas líquidas. El próximo “aire” sería el maíz. Ante ello, los productores recorren los lotes y les preguntan a sus asesores las expectativas de rinde de cada uno, para multiplicarlas por el valor de mercado y ver cómo encajan en su cash flow. Hasta hace poco estaban muy remisos a vender, pero esa actitud empieza a revisarse, porque hay pocas semanas hasta la cosecha de cultivos tempranos.
Locura de costos
La realidad nunca pide permiso y la necesidad de fondos se cristaliza en decisiones drásticas: un productor mixto de Alberdi está vendiendo adelantado para grano gran parte de la producción de sus mejores maíces tempranos, para capturar precios primicia. Y dejará para ensilar los tardíos, que si se cosecharan para grano caerían en momentos de gran afluencia de oferta al mercado.
Del lado de los costos “hay una locura en muchos precios”, se queja un productor de Rufino. Por eso, los empresarios están hablando con su personal para no agregar nuevos gastos, por ejemplo, en reparaciones, y pagar valores alejados de la referencia histórica. El productor quedó azorado cuando un vecino le comentó que pidió presupuesto para reparar un motor y le pasaron 20 millones de pesos. Decisión: la reparación quedará para más adelante.
Otro costo que se postergará es la compra de megafardos o rollos de alfalfa como reserva para el invierno en campos que perdieron las pasturas. El importe es muy alto porque se consumieron los stocks durante 2023 y porque se están exportando pellets a Arabia, lo que levanta el precio al valor internacional.
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