
"Hay que ser amigo del poder", dicen los ruralistas que les dijo el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el día en que les sugirió a los directivos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) que desistieran de convocar al paro que comienza hoy.
Los ruralistas le contestaron que no es una cuestión de amistad, sino de que los productores que ellos aseguran representar están cansados de oír promesas que no se cumplen y ser los "patos de la boda".
El secretario Moreno, no el de la Primera Junta sino el de Kirchner, comprendió que tenía poco que decir y que lo mejor era comenzar a llamar por teléfono a los productores amigos, y no tanto, para que mandaran hacienda a Liniers el lunes y el martes para que en los diarios se publiquen fotos con los corrales llenos y se diga que el paro de CRA fue un fracaso.
Kirchner, en tanto, con cara de pocos amigos, rechazó el miércoles pasado, 24 horas antes del Día del Amigo, la propuesta que habían logrado consensuar la industria láctea, los tamberos, los técnicos de la Secretaría de Agricultura, el propio Moreno y la ministra de Economía, Felisa Miceli, para reducir las retenciones a los lácteos un 5 por ciento. Dicen que no quiso aparecer como un débil ante quienes lo amenazaban con un paro.
Pero la Casa Rosada quiso tener un gesto de amistad. Cursó las invitaciones para un acto que se realizará pasado mañana para lanzar el famoso plan ganadero que hace dos años fue congelado por decisión del entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, que, desde que quiere ser presidente, dejó de ser considerado un amigo del Gobierno.
Mientras tanto, los directivos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) quisieron tener un gesto amistoso con sus pares de CRA y anunciaron su apoyo al paro, aunque dijeron que no se adherían, porque la convocatoria no había sido hecha por ellos. No se entendió demasiado lo que quisieron decir, pero como todo queda entre entidades amigas no hubo pedido de explicaciones. "Hacer un paro en el mismo momento en que un amigo celebra una fiesta no está bien", dijo un allegado a la conducción de la SRA.
En fin, en tiempos de confrontación y de enojos, no vendría nada mal olvidar viejos rencores y ponerse a trabajar en serio para que el campo y la agroindustria puedan desarrollarse a pleno para aportar inversiones, trabajo y crecimiento a un país que sigue en crisis.





