Es provocada por un murciélago
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SANTA FE.- Un foco de rabia paresiante, provocado por un murciélago portador -denominado vampiro desmodus rotundus-, provoca la muerte de ganado bovino en el norte santafecino, y amenaza con extenderse hacia el Sur.
Según informes recogidos en la zona y en el propio Ministerio de la Producción santafecino, la situación preocupa también a los trabajadores rurales y veterinarios, ya que es factible el contagio, tanto por la mordedura ocasional de un murciélago como por el desposte de animales enfermos.
La rabia paresiante en bovinos es una variante de esta enfermedad transmitida por el murciélago cuyo hábito alimentario es la sangre de este tipo de ganado.
Hacia el centro provincial
La presencia en esta provincia del murciélago hematófago, comúnmente llamado "vampiro", que a diferencia de otros quirópteros -que consumen insectos- se alimenta de la sangre, podría alcanzar en las próximas semanas territorios del centro provincial, lo que amplía la intranquilidad de los productores.
En abril de este mismo año aparecieron los primeros casos de rabia paresiante en Santa Fe, en jurisdicción de Villa Ocampo, casi en el límite con el Chaco.
Según quedó establecido en esa oportunidad, los murciélagos desarrollaron una comunidad en sótanos de una vieja edificación que a mitad del siglo pasado construyó la empresa inglesa La Forestal, que desmontó miles de hectáreas de la Cuña Boscosa, en el corazón de la región conocida como el chaco-santafecino.
Según los productores, desde esos galpones abandonados los vampiros recorrían grandes distancias a la redonda atacando al ganado y contagiándolo con la enfermedad, por lo que el contagio significaba un peligro latente en decenas de explotaciones rurales.
Este tipo de rabia bovina se manifiesta con una parálisis que evoluciona en un plazo no superior a los 10 días, afectando todo el sistema nervioso central y ocasionando la muerte por asfixia.
Como medidas preventivas es aconsejable la vacunación de las personas con riesgo laboral, la quema de cadáveres de animales afectados, además de impedir que animales domésticos se alimenten de otros muertos por rabia, la vacunación anual de perros y gatos que habiten la zona de riesgo, la vacunación del ganado bovino (preferentemente al comienzo del invierno) y la eliminación de las colonias de vampiros.





