Hilario Gaviglio, un ejemplo para los jóvenes

Las tradicionales enseñanzas, inculcadas por sus mayores, le permitieron a don Hilario Gaviglio evolucionar, de cadete de la casa de ramos generales familiar, allá por 1942, a movilizar, hoy, a los 77 años, 200.000 toneladas anuales de cereales y oleaginosas, en el ámbito comercial y a explotar una superficie de 30.000 hectáreas, en el área agrícola-ganadera.

Gaviglio se inició en la actividad comercial en Zenón Pereyra, su pueblo natal, junto a sus padres chacareros y a sus hermanos mayores comerciantes y, con el transcurrir del tiempo, por evolución propia de la familia, participó en el área comercial y ganadera, entre otras. En 1955, este decidido visionario, comenzó a actuar en forma unipersonal y con su Ford "A", un calador y uno o dos galpones, alquilados al ferrocarril, empezó a recorrer los campos y a comprar, entre mate y mate, cereales a los agricultores. De aquella época recuerda las meriendas, junto a cada familia, con chorizo, queso artesanal y mate cocido.

Gaviglio expresa, asimismo, que "como mis actividades se acrecentaron fue necesario descentralizarlas: la comercial por un lado, la productiva agrícola-ganadera por el otro, y la instalación de un molino forrajero como apoyo de ambas."

Asimismo, este inquieto industrial, incursionó en los lácteos (quesería) y llegó a ser, además, productor y enfardador de alfalfa de un tonelaje tan alto que lo colocaba entre los principales del país por volumen operado. Hoy el área comercial de la firma Gaviglio cuenta con una casa central ubicada en Zenón Pereyra y cinco sucursales con sus respectivas plantas y depósitos de almacenaje, más tres agencias de compra, distribuidas en localidades cercanas, en las provincias de Santa Fe y Córdoba. "Esto nos permite desarrollar, además, un servicio de asistencia al productor mediante un equipo que se capacita y perfecciona constantemente y aprovisionar al agricultor semillas, agroquímicos y alimentos balanceados."

Esta área permite ocupar a 100 personas, así como el concurso de varias centenas de camiones de transporte.

En segundo término Gaviglio se refiere al área agrícola-ganadera que se desarrolla en los campos que son, en su mayoría, propiedad del grupo familiar y otros arrendados y que implican la participación de otro centenar de personas. Estas áreas están situadas en Zenón Pereyra, Clucellas, Esmeralda y Ambrosetti, en la provincia de Santa Fe; Alicia, Pozo del Molle, Olivares y San Nicolás, en la provincia de Córdoba, y Mercedes, en la provincia de Corrientes.

"Esta superficie nos permite destinar anualmente un cincuenta por ciento para la siembra de soja, trigo, maíz, entre otros, y el resto para cría, recría y engorde de ganado vacuno. Ultimamente, el desarrollo de la agricultura ha sido más rentable que la explotación ganadera, pero no por esto dejo de tener en cuenta los vaivenes de nuestra economía y de los mercados que nos lleva como comúnmente se dice a «poner los huevos en distintas canastas»", comenta.

Tres pilares

Este singular personaje enfatiza que cimentó su empresa sobre tres pilares que considera básicos: el trabajo diario perseverante; la reunión acorde y eficaz de un capital humano y una conducta moral y ética.

"Estos tres aspectos están basados en un férreo cumplimiento y respeto por la palabra empeñada. De ahí parte un amplio abanico de metas y propósitos, que tiene como objetivo lograr, con la experiencia del pasado, un futuro pero que se aplica y se manifiesta en el presente".

Gaviglio sostiene, además, que no quedó relegada la responsabilidad que contrajo con las comunidades que lo vieron crecer, en todos estos años. "Junto con mi esposa, fallecida hace no mucho tiempo, y a mis hijos nos preocupamos por realizar obras y, de este modo, solidarizarnos con la sociedad, de la que somos parte, mediante el apoyo moral y material en las áreas de la salud, la educación, la cultura, el culto religioso y el apoyo a las entidades de bien público locales y regionales."

Un proyecto familiar

Hilario Gaviglio afirma: "Siempre proyecté y realicé mis empresas con el apoyo de mi familia, compuesta por mi querida esposa, mis cuatro hijos y mis yernos, y con la mente y los ojos puestos en mis doce nietos, ¡y en los que pueden venir! El mayor, Darío, ya está incorporado".

En efecto, la totalidad de las empresas que conforman el grupo Gaviglio, son presididas por los Gaviglio. "Los gerenciamientos de la parte comercial, están a cargo de mi hija Analía y de los señores Raúl y Germán Maffini y Oscar Racca. En tanto el área agropecuaria por mi hijo Horacio con la coordinación permanente del señor Rodolfo Senn que, junto con los responsables de las distintas áreas: agrónomos, veterinarios, contadores y demás personal conforman lo que yo llamo el capital humano", especifica Gaviglio.

"Todo este proyecto, esta historia de vida íntimamente ligada al trabajo y a la familia, la hice aplicando el sentido común, la perseverancia y la humildad, aspectos que, a mi modo de ver, nuestros jóvenes y las generaciones por venir, deberían tener en cuenta a la hora de embarcarse en cualquier empresa o en cualquier proyecto; realmente, ver progresos y acordarse, cuando han progresado, de esa sociedad que los vio formarse", concluyó.

Por Por Gonzalo Graña Velasco <br/> Para LA NACION

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