
Las empresas proveedoras de soluciones para esta energía renovable apuestan a nuevos desarrollos y a la calidad de sus productos; el caso de BioEn
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Protagonista entre los biocombustibles del futuro, el biodiésel sigue sumando tecnología y calidad para los diferentes procesos vinculados con su producción. Y la prueba está en la investigación y el desarrollo constante que aportan empresas líderes.
En una entrevista con LA NACION, Alfredo Caprile y José Menica, directivos de BioEn, trazaron un panorama de las tendencias en este negocio, como representantes de la sueca Ageratec.
En efecto, Ageratec es una empresa que está en el mercado desde 1996 y tiene más de 70 plantas de biodiésel instaladas en el mundo. Posee una cartera de clientes muy variada, tanto para el uso propio de este recurso renovable como para su venta. El portafolio va desde productores y cooperativas, organismos públicos, compañías de transporte y refinerías de petróleo hasta productores de aceites vegetales. Apunta a ofrecer tecnología para procesar desde 2000 litros por día hasta niveles para la exportación, como 100.000 toneladas año.
Lo que viene de Suecia es el "corazón" de una planta, que es el procesador para hacer el biodiésel a partir de aceites vegetales, grasas animales o, también, por medio de la recuperación de aceites usados en restaurantes.
"Representamos a una empresa que creció muchísimo. Tiene procesadores con características particulares: son de muy alta calidad, totalmente automatizados; cumplen con todas las normas (europeas y norteamericanas); poseen una tecnología propia que evita el uso del agua (para "lavar" el biodiésel) y se pueden utilizar distintas materias primas", señalaron los empresarios de BioEn.
"Tienen flexibilidad; hoy lo comprás pensando en que vas a emplear aceite de soja u otros granos, pero mañana podés terminar utilizando grasa animal o la recuperación de aceites usados de restaurantes", precisó Caprile.
En la empresa sostienen que el cambio de una materia prima a otra se realiza por un procedimiento sencillo. Como señal de que las materias primas para la producción de este biocombustible se diversifican, en el mundo hay países que han incorporado como materia prima grasas animales. Australia es un caso. Allí está prohibido el uso de grasas animales en la industria alimentaria. Por eso, se trata de una alternativa más para la producción de biodiésel.
Además, en otros países está en desarrollo el procesamiento con otras materias primas, como aceite de pescado, aceite de J atropha y aceites usados. "Yo visité, en las afueras de Barcelona, la planta de una empresa de transportes, en la que empezaron con aceite de colza y luego, por un cambio de precios, su estrategia pasó a ser utilizar la recolección de aceites usados", comentó Caprile.
En este último caso, el costo de la materia prima también baja: lo importante es armar una logística para tener acceso a la materia prima.
Tendencias
Según destacan los directivos de la empresa que representa a la sueca Ageratec, sus procesadores consumen muy poca energía y tienen un nivel sonoro muy bajo y no generan residuos. Poseen una unidad de limpieza sin consumo de agua. En cambio, se desarrolló una tecnología propia a partir de un agente químico que evita el agua.
En líneas generales, hoy hay productores que buscan conocer más sobre el biodiésel para logar "independencia energética". Es una estrategia para escapar de los faltantes de gasoil que ya se han repetido en las últimas campañas.
Pero también hay emprendedores que, aparte del biodiésel, intentan desarrollar otros proyectos. En este punto, buscan no sólo transformar sus granos en energía propia, sino generar expeller que pueda ir para feed lots.
"Tenemos productores que se acercan a nosotros porque quieren estar en la cresta de la ola tecnológica", indicó Menica. Las soluciones llave en mano son otro de los servicios que brinda hoy BioEn, que va a estar presente en Expoagro 2009 dentro del stand del INTA.





