La sensación de calma que se percibe en el mercado cambiario en las últimas dos semanas, donde el peso se apreció un 4,61% frente al dólar al pasar la paridad entre las monedas de 44,65 a 42,59, tuvo su correlato negativo sobre el mercado doméstico de granos y sobre la soja en particular. Tanto es así que en el mismo período el valor de la oleaginosa disponible para las terminales del Gran Rosario cayó un 4,95%, desde los 10.100 pesos vigentes al cierre del viernes 14 del actual a los 9600 pesos de ayer.
Y como efecto colateral lógico, a la paulatina retracción del precio le sucedió la caída de la oferta de soja para las entregas en el muy corto plazo. "Los 9600 pesos propuestos por las fábricas, que quedaron abajo de los $9700 del miércoles, dejaron la plaza vacía", contó a LA NACION un operador que a diario media entre las partes en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Agregó que muchos vendedores optaron por capitalizar las ofertas de los exportadores para las descargas hacia septiembre, por las que ayer se llegaron a ofrecer 10.100 pesos por tonelada. "Con la guerra comercial entre Estados Unidos y China sin resolver, la exportación está trabajando para mantener una oferta fluida de poroto de soja cuando naturalmente debería entrar en el mercado la soja de la nueva cosecha estadounidense", destacó la fuente.
Así, la actual coyuntura no resulta auspiciosa para la industria procesadora, que tiene su principal polo en el Gran Rosario. Ayer, la Secretaría de Agroindustria informó que a principios del actual mes las existencias de poroto de soja del sector sumaron 3,18 millones de toneladas, por debajo de los 3,41 millones de igual momento de 2018. Más allá del dato de la merma interanual, del 6,74%, lo relevante es que esa caída se produce en el cierre de una cosecha estimada en 55,60 millones de toneladas, contra otra que, jaqueada por el clima, solo aportó 37,78 millones, según los datos de la estimación mensual publicada por Agroindustria.
Industria a media máquina
Para la capacidad instalada de molienda de la Argentina, que ronda las 204.000 toneladas diarias de semillas oleaginosas, los 3,18 millones de toneladas con que las fábricas comenzaron junio representan apenas 15,6 días de trabajo. Sin embargo, Andrés R. Alcaraz, gerente de Comunicaciones Corporativas de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, aseguró ayer a LA NACION que "en el país se trabaja con una capacidad ociosa del 53%, producto de las políticas que le restaron competitividad al sector, como la pérdida -en septiembre último- del diferencial arancelario que fomentaba la industrialización. Hoy, irresponsablemente se sigue apoyando la primarización de las exportaciones, que, a la larga, les resta precio a los productores", dijo el ejecutivo.
Al "auge" de la exportación de poroto, al que contribuyó la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, Alcaraz sumó otra noticia negativa para la industria: "Desde hace una semana la fiebre porcina llegó a Vietnam, que es uno de los principales países importadores de harina de soja. Eso augura la posibilidad de perder parte de esa demanda si los focos se extienden y si se resiente el número de cabezas en engorde".
Firmeza para el maíz
Si bien ayer la exportación no convalidó los 7500 pesos vigentes el miércoles por el grano para las entregas urgentes, los compradores ofrecieron 7300 pesos por tonelada con descarga hasta el 26 del actual sobre el Gran Rosario y 7200 pesos para las entregas entre el 28 y el 30.
El alto contenido de humedad en el grano cosechado continúa complicando la logística de los exportadores y las entregas de los productores, que tienen contratos con condiciones específicas para la mercadería. Cabe tener en cuenta que ayer la capacidad de pago de la exportación fue calculada por Agroindustria en $6702 por tonelada de maíz, un valor muy inferior al propuesto.
En su reporte sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 19 del actual y el 15 del mes próximo deben salir desde las terminales del Gran Rosario 1.815.165 toneladas de maíz.
Para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea los compradores volvieron a proponer 162 y 158 dólares por tonelada de maíz.
En cuanto al cereal de la próxima cosecha, para las entregas entre febrero y mayo sobre el Gran Rosario, la exportación propuso US$158 por tonelada, US$3 más que el miércoles, pero US$2 menos que los esperados por buena parte de los oferentes.