
El Sur ofrece condiciones para hacer un buen negocio, como el que realizó la familia Remy
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Hace dos años que Edmundo Remy y su esposa desarrollan con éxito la producción de truchas arcoiris en el criadero La Mata Negra, ubicado sobre el canal de Beagle, enfrente de la chilena isla Navarino.
Las ovas provienen de la universidad de Bariloche y los alevinos del vivero de piscicultura de la provincia, donde los adquiere Remy con un peso de tres o cuatro gramos.
Remy viene de una vasta experiencia en administración de campos de Buenos Aires y Córdoba. El productor también es topógrafo y aplicó sus conocimientos en la construcción de un dique de hormigón en uno de los arroyos que drena en el Beagle, con el objeto de formar un espejo de agua, en el que colocó las jaulas estructurales con el plantel de cría de truchas arcoiris para iniciar el ciclo productivo.
La trucha arcoiris es la única especie de valor comercial y pertenece al orden de los salmónidos. Es la más conocida en todo el mundo y de muy rápido crecimiento. "Es una línea genética que está muy estudiada, muy seguida -comenta Remy-. Se renueva con variedades de Canadá, en la costa del Pacífico, de donde es originaria."
Para tener una idea de la precocidad de esta especie, de los 4 gramos que pesa un alevino -el denominado "tamaño ración"- en un año está terminada con un peso entre 320 a 330 gramos, y eviscerada, 260 a 270 gramos.
Otra ventaja es que acepta vivir en agua salada a partir de los 40 gramos, y este hecho tiene importancia económica. "Los peces comen en función de la temperatura del medio que los rodea, es decir, que si bien en invierno no se van a morir de hambre, el adelanto es mínimo -explica Remy- con el agua a dos o tres grados podrá aumentar un diez por ciento de su peso; con quince grados, en cambio, aumenta un 40 por ciento".
En invierno el agua dulce tiene un grado, y el canal de Beagle, por su parte, registra cinco grados y allí la trucha sigue comiendo durante todo el año, con lo cual se pueden ahorrar tres meses, según destaca el productor. Por este motivo, la Patagonia, y en especial el Sur, es el área apta para este emprendimiento, si bien hay criaderos en Buenos Aires, pero que deben recurrir a la refrigeración perdiendo rentabilidad.
Los números
Hoy Remy afirma que vive perfectamente bien con la cría de truchas. El año último produjo 9 toneladas, que es el volumen de consumo de Tierra del Fuego, y este año espera llegar a las 20 toneladas para colocarlas en otras partes del país. Pero no es suficiente y menciona que desde Japón le han pedido ese valor por mes, imposible de abastecer con todos los emprendimientos que hay en el país. Por su parte, vende su producción en Tierra del Fuego y en los barcos que van hacia la Antártida.
La conversión aproximada es de uno y medio a uno; si se trabaja bien, con medio kilo de alimento se puede obtener un kilo de trucha; el costo de ese alimento es de 1,60 a 1,70 peso; un kilo de trucha el productor la vende a 10 pesos y puede alcanzar los 12 pesos.
La infraestructura no es de alto costo. Para Ushuaia, donde los valores son un poco más altos hay que calcular unos 200 pesos para una pileta dse 1000 litros, 200 para un rollo de caño de dos pulgadas de 100 metros de largo, 600 pesos para un tanque australiano de 16.000 litros; en total, 1000 pesos.
El costo del alimento no se puede calcular con exactitud, porque aumenta en relación al tamaño; una trucha con el agua a 16 grados consume el dos por ciento de su peso por día, y un 40 por ciento al mes.
Consejos al productor
Si bien este emprendimiento se desarrolla en el sur del país. hay ciertos criterios de manejo que aporta Remy que son interesantes para tener en cuenta:
- Al principio, empezar con poca cantidad para adquirir experiencia y saber si esta actividad le gusta o está capacitado para llevarla adelante.
- Que piense que es un trabajo intensivo donde no hay feriados. Si bien no es un trabajo pesado, se debe estar preparado para distintas contingencias, como el corte de agua de un tanque que puede derivar en dos horas a la mortandad total de ese plantel de cría.
- Es necesario clasificar, ya que el tamaño es muy desparejo. En una misma pileta la grande aumenta muy rápido y la chica queda trunca; de todas maneras, ésta es una tarea sencilla, y se obtiene así un producto de calidad uniforme exigida en el mercado internacional.
- Sanidad. Los aspectos sanitarios constituyen uno de los requerimientos de calidad en el mercado.





