La Dirección por Valores es una nueva herramienta de liderazgo estratégico que desarrolla la dimensión humana en la organización; Salvador García disertará sobre este tema en las jornadas de Conocimiento 2010
La Dirección por Valores es una nueva manera de dirigir empresas que introduce la visión de las personas dentro del pensamiento directivo.
Esta herramienta impulsa un equilibrio de valores económicos, éticos y emocionales en las personas, para que sean más autónomas, responsables y creativas en relación con su trabajo y, sobre todo, para que se entusiasmen con lo que hacen. El objetivo final de la Dirección por Valores es que la empresa alcance un mayor grado de diferenciación, de agilidad y de responsabilidad social que sus competidoras.
La definición anterior pertenece a Salvador García, profesor titular de Psicología de las Organizaciones de la Universidad de Barcelona, que disertará en las jornadas que organizan conjuntamente Aacrea y ExpoChacra el jueves, el viernes y el sábado próximo en el Hotel Colonial de San Nicolás, Buenos Aires. Estas reuniones se desarrollarán simultáneamente con la muestra a campo e incluyen una Jornada Tecnológica (jueves); una Jornada Empresarial (viernes) y una Jornada para la Juventud (sábado).
Interrogantes
¿Qué son los valores? Salvador García dio varias definiciones: a) Reglas de juego, ejes o guías para la acción; b) Principios que dan sentido a las instituciones y generan cohesión y eficiencia productiva cuando son compartidas. Ejemplos de valores de empresa son "Confianza, sinceridad y trabajo en equipo" (Royal & Sun Alliance) o "Innovación, flexibilidad, trabajo en equipo, confianza en la gente y buena conciencia" (Hewlett Packard).
Salvador García dice que en la conducción de una empresa se puede adoptar alguno de los siguientes sistemas:
Dirección por instrucciones. Es el sistema más antiguo y elemental, creado en 1920, y se aplica para operarios poco instruidos. En este sistema, el jefe ordena y los empleados sólo acatan instrucciones.
Dirección por objetivos. Se desarrolló en 1960 y se aplica a empleados obedientes. El jefe propone determinadas metas por alcanzar y los empleados pueden desarrollar algunas alternativas para concretarlas.
Dirección por Valores. Es la más reciente y se basa en la participación y en el compromiso de todos los integrantes de la empresa en pos de los objetivos. Los jefes son facilitadores que estimulan la iniciativa de los empleados y desarrollan permanentemente cambios superadores.
La primera dirección, basada en el control, tiene la seguridad de lo conocido, pero genera sobrecarga de trabajo en los mandos, bloquea la creatividad y produce disociación entre los valores empresariales y los personales.
En el otro extremo, la Dirección por Valores libera energía creativa, aumenta la eficiencia por mayor confianza, crea un ambiente óptimo de relación y atrae talentos.
Según Salvador García, cada vez más nuestras vidas y el mundo están siendo construidos por las empresas, por lo que la esperanza de evolución y humanización pasa por ellas en buena parte.
Frente a eso, el especialista impulsa la idea de que otra empresa más armónica es posible, verdaderamente dirigida por valores, con un equilibrio entre los aspectos económicos, éticos y emocionales. Una empresa que permita el burbujeo ascendente de ideas creativas de todos los integrantes hacia la Alta Dirección, que reconozca a sus empleados, que permita un adecuado equilibrio entre las necesidades del trabajo y de la vida, y que promueva su salud física y emocional.
Equilibrio
Normalmente la empresa desarrolla tres tipos de valores que deben mantener un equilibrio: los económicos (por ejemplo, la eficiencia o el orden); los emocionales (por ejemplo, la creatividad o el optimismo) y los éticos (por ejemplo, la honestidad o la generosidad).
Entre los valores económicos, aparecen la necesidad de supervivencia y de aplicación de las ideas. También se incluyen las normas y códigos (lo que hay que hacer en aspectos jurídicos, normativos, etcétera). Otros valores del campo económico son el realismo, la seriedad y la racionalidad.
Dentro de los valores de tipo emocional se incluye, por ejemplo, la sensibilidad. Una empresa sensible capta lo que necesitan su gente, los clientes y la sociedad y da respuestas que le permiten alcanzar resultados satisfactorios. Otros valores emocionales, como la imaginación y la ilusión de futuro, permiten proyectar la empresa una vez que se cumplieron las etapas de aplicación de las ideas y del cumplimiento de las normas.
Al considerar los valores éticos, García dijo que son los que permiten generar la confianza e incluyen la generosidad, la integridad, la benevolencia, la dignidad y el respeto.
"Sólo palabras"
El consultor español advierte que "en demasiadas ocasiones los valores son sólo palabras", por lo que se llega a confundir el cambio de valores con el cambio de lenguaje, sin una efectiva incorporación. Por el contrario, aseguró que "los valores se construyen dialogando e interactuando de forma participativa entre los distintos niveles de personas que integran la empresa". Así se alcanza un convencimiento de todos sobre cuáles son los más adecuados.
Si no se sigue ese camino, sólo se desarrollan adoctrinamientos, como por ejemplo, cuando la Alta Dirección pretende instrumentar compulsivamente 10 valores en sus empleados, sin considerar los privilegiados por éstos. "Algunos empresarios creen equivocadamente que el conocimiento está en la parte superior de la pirámide de personal y que los valores se deben embutir", criticó García.
Salvador García considera, figuradamente, que las empresas tienen cuerpo y alma. En el primero se incluye su estructura física y organizativa, las personas que la integran, las tecnologías y los productos y servicios que ofrecen. Dentro del alma se encuentran la Visión, la Misión y los valores.
Desbalance
Frecuentemente hay un desbalance entre ambas partes, que se inclina negativamente hacia la primera restándole coherencia al conjunto, sostiene García.
El especialista hizo hincapié en la necesidad de corregir esa situación y desarrollar una Visión compartida por todos los integrantes de la empresa.
García definió la Visión como un concepto breve y emocionante que describe el tipo de negocio por desarrollar y su liderazgo.
Algunos ejemplos de Visión presentados por el experto son: a) "Ser los pioneros y los mejores productores de fideos con cereales andinos en el mundo" (Fideos Coronilla) y b) "Ser el N° 1 en todos nuestros mercados y revolucionar la compañía para que tenga la agilidad y rapidez de una empresa pequeña" (General Electric).
Salvador García
- "La visión describe el tipo de negocio por hacer y su liderazgo"
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