Tiene 9 años: grabó un video viral para mostrar cómo los robots ordeñan las vacas

“En el día de hoy, vamos a ver cómo se ordeñan las vacas”. Con esas palabras comienza el video de Joaquín Palladino, en un tambo robotizado, ubicado en el partido bonaerense de Castelli.

Desde muy pequeño, cada vez que puede y lo dejan, Joaquín acompaña a su padre Alejandro, ingeniero agrónomo, en la recorrida a distintos establecimientos tamberos que asesora. También los fines de semana, cuando el fútbol, su otra pasión, se lo permite, va al tambo Las Casuarinas de su abuelo Rafael, cerca de la localidad bonaerense de Uribelarrea, para ayudarlo en las tareas.

Pero esta vuelta la visita fue distinta. Era un tambo robotizado y el niño estaba sorprendido de la manera novedosa de trabajar. “La Polvorilla es un tambo de 900 vacas en ordeñe, donde 350 se ordeñan con seis robots. Es un establecimiento muy innovador, de punta y cuando mi hijo comenzó a recorrer, no podía creer lo que veía. Abría los ojos como dos huevos fritos. Enseguida quiso compartir con sus amigos de la ciudad que en el campo también hay tecnología e innovación”, dijo el agrónomo a LA NACION.

“En el 2001, de tanto insistirle a mi padre que compre un pedazo de campo, lo hizo. Lo bueno es que ya tenía un tambo. Desde ese entonces que lo trabaja y yo siempre lo acompaño con mi familia. Es un tambo con un ordeñe convencional, por eso Joaquín cuando llegamos a este establecimiento no podía creer la mecanización que tenía. Estaba como loco, iba y venía”, añadió.

Paso a paso, en el video, Joaquín fue describiendo cada lugar que transitaba de la sala de ordeñe. Con el acompañamiento de su padre, primero mostró cómo la máquina procedía a limpiar las ubres de cada vaca antes de ordeñarla.

“Las vacas no están nerviosas, están tranquilas. Nerviosos están los mosquitos que quieren tener leche para ordeñarse también”, relató en su grabación.

El mecanismo del robot comienza limpiando la ubre, luego se desecha los primeros hilos de leche para después colocar las pezoneras de forma automática, mientras tanto, la vaca va comiendo el alimento balanceado. Terminado el proceso, el robot retira las pezoneras y la vaca se retira de la sala. Seguidamente, se enjuaga y se desinfecta las máquinas para eliminar cualquier tipo de partículas que pudieran contaminar la materia prima.

“También soy docente en la universidad y me gusta explicarle y mostrarle a mi hijo cada detalle del proceso que hay en un tambo, en este caso robotizado: cómo las vacas están tranquilas cuando se las ordeña, cómo se les enseña entrar y salir solas del box de ordeñe, cómo luego de un tiempo ya saben que el robot no les hace daño y decide voluntariamente venir a ordeñarse porque sabe que tiene premio (la comida), cómo funciona el aparato que le arrima la comida. Es muy interesante, solo hay que trasmitirlo a los chicos para que se entusiasmen con el trabajo en el campo”, señaló.

En la última parte del video, que luego fue editado con ayuda de su madre, Joaquín trató de intercambiar unas palabras con una vaca. “Querés decir algo”, le preguntó. Ahí nomás se dirigió para mostrar cómo trabajaba la máquina para “preparar y acomodar la comida” para el rodeo.

Un cambio de vida

El ingeniero contó que cuando esta tecnología llegó a los tambos fue un quiebre positivo para la actividad. “La robotización en los tambos es un cambio de vida para los operarios, sobre todo en la actualidad donde cuesta encontrar gente joven que quiera venir a trabajar y quedarse en el campo. La rutina del tambero es muy sacrificada: enseguida se cansan y se quieren ir”, indicó.

Si bien falta mucho, porque recién cursa el 4º grado de la escuela primaria en Ituzaingó, Joaquín ya sueña en lo que va a ser cuando sea grande. “Quiero ser jugador de fútbol de mi club River Plate y, si no, me gustaría trabajar en un tambo como mi abuelo y mi papá”, finalizó.