Se trata de Goyaike, que así organizó y estandarizó bases de trabajo con foco en el manejo sustentable
Bajo el lema “Hacer las cosas, cada vez mejor”, la compañía agrícola-ganadera Goyaike, del grupo Perez Companc, certificó un campo con el estándar de Agricultura Sustentable Certificada (ASC) de Aapresid, según difundió esta entidad. El objetivo a futuro es expandir el sello ASC a sus otros establecimientos en la Argentina y Uruguay.
La empresa, nacida en 1919 y que comenzó sus actividades de producción ovina en la Patagonia argentina, cuenta con dos tambos de rodeo Jersey (uno en Carmen de Areco y otro en Escobar) en los que se producen diariamente 12.000 litros de leche, contando con una cabaña de desarrollo genético.
Según destacó Aapresid, Jersey es una raza de bovinos lecheros que se encuentra poco difundida en el país, pero que se caracteriza por producir una leche de mayor proporción de proteínas y calcio. “Es por este motivo que fue elegida por la firma para la elaboración de sus helados artesanales y derivados con la marca Munchi’s, que les permite agregar valor a su producción con productos de gran llegada a consumidores locales”, afirmó la organización.
Agricultura certificada
El proceso de implementación se inició en julio de 2021 y en febrero de 2022 la firma certificó bajo el sello ASC de Aapresid uno de los campos agrícolas llamado “Santa María”, ubicado en Gahan, provincia de Buenos Aires.
Milagros Larrauri, líder de sustentabilidad e innovación de Goyaike, dijo que “la certificación ASC permitió organizar y estandarizar bases de trabajo para todos los campos” y que generó que pudieran medir, relevar y gerenciar indicadores clave en términos de producción y sustentabilidad.
Según Larrauri, “tener claridad por parte de todo el equipo con estos indicadores ayudó a tenerlos presentes en la toma de decisiones; a su vez, ASC facilita la articulación con otros estándares ya que cuenta con una base amplia, que con adaptaciones menores permite ir sumando otras certificaciones”.
Por otro lado, Aapresid destacó que desde un punto de vista social “la firma siempre buscó estar conectada con las comunidades donde se asientan, y en ese sentido la implementación del protocolo ayudó a dar un contexto a este tipo de acciones”.
Otro de los puntos clave a la hora de certificar un establecimiento, para Larrauri, son las tendencias a nivel de la demanda de alimentos y subproductos agropecuarios. “Notamos una mayor demanda por parte de los consumidores respecto a cómo el agro está trabajando, cómo se realiza la producción y la calidad de los productos que consumimos”, expresó. Añadió: “Es importante poder comunicar cómo hacemos las cosas, que las decisiones productivas y de negocios se toman con conocimiento técnico y que somos responsables de ellas”.