Coanfitriones. El nuevo negocio de gestionar alquileres temporarios
Si bien mantienen un perfil bajo, hace un tiempo surgió un grupo de profesionales que se autodenominan "coanfitriones", que brindan servicios a propietarios que ofrecen sus inmuebles para alquiler temporario en plataformas como Airbnb.
Sus funciones son gestionar el ingreso y egreso de huéspedes, encargarse de los problemas que puedan surgir durante la estadía, organizar la limpieza entre que sale alguien e ingresa una nueva persona, y hasta pueden ocuparse de equipar la unidad para recibir gente.
Es el caso de Susana "Chuni" Coletti, de 44 años, licenciada en Relaciones Públicas quien, después de trabajar en agencias de publicidad, comenzó con su emprendimiento llamado Aloha Fácil. La idea se le ocurrió hace dos años, cuando viajaba con un vecino a su casa en Canning, después de terminar una larga jornada laboral en Capital Federal.
"Como el viaje es largo mi amigo fantaseaba con tener un departamento en Capital para quedarse a dormir y, en un momento, dijo que lo ideal sería tenerlo en alquiler temporario para disponer de él cuando uno lo necesitara. Y yo me pregunté si existía alguna empresa que manejara alquileres temporarios, busqué en Internet y no encontré ninguna", contó Coletti en diálogo con LA NACION.
Entonces, eligió el nombre del emprendimiento, contrató un community manager para armar una campaña en redes y la respuesta que tuvo fue inmediata. Hoy administra entre 25 y 30 departamentos ubicados en los barrios porteños de Recoleta, Palermo y Microcentro.
En cuanto al público que requiere sus servicios dijo que tiene muchos clientes del interior del país, que son dueños de un departamento en Capital que usan cada tanto y el resto del tiempo lo alquilan para hacer frente a los costos. "No es gente que quiere hacer un negocio, porque hay una especie de mito respecto de los alquileres a través de plataformas, porque se cobra en dólares, entonces se piensa que son como los parripollos o las canchas de paddle de los 90, pero no es fácil. Yo siempre les digo a los propietarios que es una actividad de riesgo, que los departamentos tienen un desgaste mayor y que hay que trabajar mucho para que no decaigan las reservas", explicó.
Por ejemplo, según Coletti hay que mantener actualizados los avisos, cambiar fotos y disponibilidades para aparecer más arriba en las búsquedas y, en el caso de ellos, trabajan con posibilidad de reserva inmediata.
"Hay gente que te llama del aeropuerto y, para poder tomar la reserva, tenés que tener el departamento listo y en condiciones. Por eso, desde el día en que se hace el check out, nosotros lo limpiamos y lo dejamos listo para poder recibir gente enseguida", detalló. El propietario o anfitrión está siempre al tanto de todo lo que sucede con el departamento porque recibe el dinero por las reservas y estadías, y Coletti cobra un 20% pero solo si el departamento se alquila. La comisión no incluye el servicio de limpieza, que se factura aparte, al igual que si el propietario desea dejar una botella de agua mineral, frutas o golosinas de cortesía como bienvenida.
Otro emprendimiento es Handiola, dirigido por el administrador de empresas de turismo Juan Pablo Herrera y por el ingeniero en telecomunicaciones y gerente de proyectos tecnológicos Daniel Figueroa. Todo comenzó como una charla de amigos en octubre de 2017, en la que Figueroa le comentó a Herrera de alguien en su trabajo que le pagaba a una persona en Bariloche solo para que tuviera las llaves de su casa y las entregara si prestaba el inmueble.
"En ese momento, nos dijimos que sería una idea fantástica crear una plataforma que conectara a personas interesadas en este servicio con personas dispuestas a brindarlo. Así que decidimos desarrollar la primera fase de la idea en Buenos Aires, ya que vivimos acá. Mi mujer, María José Ovalles, nos apoyó con toda la estrategia comunicacional y, tras casi un año de planificación, pude dejar mi trabajo en relación de dependencia para dedicarme 100% a la logística y comercialización de Handiola", contó Herrera, de 35 años.
A siete meses de arrancar, ya gestionan 18 propiedades fijas en barrios como Palermo, Cañitas y Recoleta, y otro porcentaje de inmuebles que están en rotación. Y cada mes tienen al menos dos nuevos clientes. La inversión inicial fue de US$7000 y en dos meses planean recuperarla, mientras que en un año y medio estarían duplicando ese monto en facturación.
"Los clientes pueden elegir desde el servicio básico Handiola To-Go hasta el servicio más completo Handiola Plus. Dependiendo de su necesidad, la comisión puede variar entre un 10% y un 12%. Los servicios que ofrecemos son: la gestión del perfil en Airbnb/Booking, optimización de tarifas y precios, gestión de reservas, fotografía profesional, asesoría y diseño de interiores, check in y check out de huéspedes, limpieza, blanquería y lavandería, chequeos de seguridad, refill de productos de higiene personal de los huéspedes y mantenimiento del inmueble", cerró.
Consultados por este diario, desde Airbnb dijeron que en la plataforma es posible tener coanfitriones, un servicio que permite a los anfitriones autorizar a otras personas para que les ayuden a administrar sus espacios.
"Un coanfitrión puede ser una persona de confianza del anfitrión para ayudar con la administración del alojamiento", explicaron fuentes de la plataforma, y contaron que ambas partes acuerdan el reparto de tareas, el porcentaje de ingresos por cada reserva que corresponde al coanfitrión y la forma en la que se le reembolsarán los gastos relacionados con su actividad.
Algunas formas en que los coanfitriones pueden ayudar son: preparar el espacio, crear un anuncio, comunicarse con los huéspedes, administrar reservas, recibir personalmente a los huéspedes, ayudarlos durante su estadía, escribir evaluaciones, actualizar el calendario y los precios, reabastecer los artículos esenciales en el espacio, limpieza y mantenimiento y solicitar ayuda de Airbnb, puntualizaron desde la firma.
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