Cautela entre los sindicatos fluviales y portuarios

Los sindicatos marítimos y portuarios se mostraron cautos, pero con mayor tendencia al optimismo, respecto de los cambios y la agenda de "pendientes" que reclaman.

El secretario de Navegación Interior de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), Julio González Insfrán , destacó que ahora llega "el tiempo de las transformaciones", con el gobierno de Mauricio Macri , y destacó que hubo "varios encuentros con el ministro de Transporte , Guillermo Dietrich ".

No obstante, luego de que trascendiera el nombre de Jorge Metz al frente de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Insfrán manifestó, por medio de un comunicado de Fempinra, que "no avalamos a ningún funcionario que se designe en la Subsecretaría ya que nunca se habló, ni se nos consultó, sobre el futuro de ese organismo que tantos problemas nos causó en los últimos años", dijo, tras agregar: "El nombramiento de estos funcionarios es de exclusiva responsabilidad del gobierno".

El incipiente malestar puede entenderse en el hecho de que Dietrich les había dicho a los gremios "que todas las decisiones se tomarían en conjunto, entre el capital, el trabajo y la política". El gremialismo señala que esta consulta no se realizó en el caso del nombramiento de Metz.

"Es importante que tengamos diálogo", manifestó, Insfrán, que es a la vez secretario general del Centro de Patrones de Cabotaje, "porque hasta ahora nadie nos recibía, y el área pasó a Economía y nadie tenía idea de nada".

Para el sindicalista, resulta urgente agilizar cuestiones aduaneras para que los puertos sean más operativos y los cargadores enfrenten costos más bajos en puertos argentinos. Reclamó, además, "bajar los tiempos de incorporación de los buques a la bandera argentina: hoy se tarda un año en matricularlos".

Por su parte, Roberto Coria , secretario administrativo de Fempinra y titular del Sindicato de Guincheros y Maquinistas de Grúas Móviles, puso como prioridad la resolución de la concesión de la terminal 5 del puerto de Buenos Aires, a cargo todavía de Bactssa.

"La situación de la terminal 5 nos tiene en vilo a todos los trabajadores portuarios. La última información que tenemos es que se mantenían los únicos dos postulantes (que se presentaron en el último llamado a licitación, que había sido suspendido y fue reabierto nuevamente) y que son Hutchison (HPH, socio mayoritario de Bactssa ) e Ictsi (accionista de Tecplata , la terminal de contenedores del Puerto La Plata). Calculamos que están calificando y estudiando las propuestas porque en la primera semana de enero deben abrirse los sobres", indicó Coria.

Respecto de la relación con el nuevo ministro de Transporte, el gremialista manifestó que "hubo reuniones y entienden que la problemática portuaria necesita estudio y definiciones concretas; no sólo un ministerio, sino secretarías con autonomía y capacidad de decisión", destacó Coria, tras agregar: "Dietrich entendió el rol que cumplen los puertos en relación con las economías regionales y el valor agregado a la producción. Pero una cosa es en cuando se está en campaña y otra es cuando llega la hora de dar definiciones concretas y presiones", advirtió el gremialista.

"Como movimiento obrero -continuó- planteamos en su momento que no coincidíamos con la política que se aplicó respecto del cierre irrestricto de las importaciones, que afectaron además las provisiones de insumos industriales, medicamentos y cosas que no se fabrican en el país. Lo planteamos e hicimos propuestas concretas. Ahora vamos a ver la realidad con la que se encuentran y el margen para actuar que tienen", amplió el secretario de Guincheros.

En relación con la agenda netamente portuaria, los trabajadores también esperan definiciones sobre el rol que deberá cumplir el puerto de Buenos Aires frente al resto de los puertos de la región.

"No puede ser que no tengamos agenda y tengamos que esperar a que se venzan las licitaciones para ver qué hacer con las terminales de Puerto Nuevo", concluyó el sindicalista.

La situación del puerto de Buenos Aires, al menos públicamente, no ha sido tocada ni por las autoridades nacionales ni por las porteñas.