
Chinchillas argentinas para abrigar al mundo
Los criadores exportan las pieles en grupo para ganar más
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La forma asociativa demostró una vez más ser exitosa, sobre todo para los pequeños productores agropecuarios. Es el caso de varios criadores de chinchillas -que comercializan sus cotizadas pieles en los pudientes destinos de exportación- quienes descubrieron que la competitividad, la renta y la escala venía por el lado de juntarse. La Argentina es el tercer productor mundial de estos pequeños mamíferos -cuya piel es una de las dos más finas y suaves del mundo- detrás de Estados Unidos y Canadá, "y puede crecer aún más porque la demanda es impresionante y está insatisfecha", explicó Marina Páez, dueña de Cabaña Cinco Estrellas y una de las fundadoras de Chinchillas unión de Productores Argentinos (CUPA). El costo de producción de cada piel oscila entre los 18 y 20 pesos y los peleteros del exterior pagan entre US$ 15 y 59 dólares por cada cuero, "con lo que el margen de ganancia es hoy amplísimo", señaló Páez.
La asociación civil CUPA está integrada por casi 200 socios de todo el país que exportan, en forma conjunta, entre entre 2000 y 3000 pieles cada dos meses. "En 2001 CUPA exportó el 25% de la producción nacional (el total de la exportación argentina fueron 25.000 pieles) y aspiramos a vender el 40% este año", proyectó.
Páez comenzó hace 12 años con el emprendimiento, invirtiendo US$ 20.000 en un criadero de 30 animales en Bella Vista. La idea que se gestaba entonces era exportar. "Era muy difícil, una década atrás, conseguir información sobre cómo comercializar las pieles. Todo estaba armado de manera tal que había que venderle a un intermediario (acopiador), y era la única alternativa", narró Páez.
Conscientes de las ventajas cualitativas del producto -buscado no sólo por el consumo de lujo, sino por necesidad en lugares de mucho frío-, Páez junto con otros productores decidieron ver el mercado con los propios ojos. Armó las valijas y viajó a Japón con otros tres productores.
Vieron y creyeron. No sólo descubrieron que la venta directa les dejaba un margen de entre un 30 y un 40% más de lo que conseguían exportando con intermediarios, sino que se convencieron de que el mercado interno debía ser una alternativa a la exportación.
Además del factor económico, cayeron en la cuenta de que necesitaban más volumen. "Solos no podíamos enviar las 10.000 pieles que necesitaban, y por eso creamos CUPA. Nuestro objetivo era consolidar el mercado externo en forma directa", señaló Páez. Algunos de los mercados son España, Italia, Francia, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Suiza, Rusia, Japón y Corea, entre muchos otros. "Pero nuestro problema seguía siendo que nuestras ventas eran esporádicas y en pocas cantidades, y nosotros necesitábamos constancia", explicó.
Pool de compra y venta
Al ser una actividad de poca escala, el modelo de comercialización directa era la única alternativa para obtener mejores precios y ventas constantes. "Fundamos entonces CUPASiglo XXI, la Asociación de Colaboración Empresaria (ACE), que beneficia, sobre todo, a los pequeños productores; así le vendemos la mercadería directamente a los peleteros", explicó.
La ACEfunciona como un pool de compra (alimentos, jaulas y remedios) y venta. Así bajan costos y ganan en competitividad y regularidad de venta. El desafío ahora es agregarle valor a las pieles: "cada tapado de chinchillas se vende en 25.000 dólares", sostuvo Páez.





