
El puerto estrena una grúa gigante
Terminales Río de la Plata (TRP) desembolsó por la estructura portacontenedores seis millones de dólares; planea traer otra en 2006
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Resulta difícil imaginarse que algo tan alto pudiera sortear tormentas, tifones y vientos huracanados para llegar sano y salvo a Puerto Nuevo y convertirse aquí en la nueva joya de Terminales Río de la Plata (TRP).
Sin embargo, allí está. Con una altura de 66 metros, un largo de 100 metros, un ancho de 31 metros y un peso de 1150 toneladas la nueva grúa de última generación de TRP multiplica la capacidad operativa del concesionario por varios tantos. Al mismo tiempo, es hoy la grúa más grande del puerto de Buenos Aires. Su costo: cerca de seis millones de dólares. Pero TRP va por más.
Según pudo saber LA NACION, la empresa, que en estos días logró la fusión entre las terminales 1, 2 y 3, planea invertir en otra grúa portacontenedores de última generación.
"Lo estamos analizando seriamente", indicaron fuentes cercanas a la dirección del grupo participado por P& O Australia.
La compra se podría efectuar en el próximo año. Sería parte del plan de inversiones anunciado por Roberto Negro, CEO del estibador. En los próximos cinco años, TRP planea invertir 60 millones de dólares en infraestructura y equipos en el puerto, indicó su máximo responsable.
Ello implicaría también la adquisición de dos nuevas grúas de la clase Transtainer. Otro de los planes sería la eliminación del depósito que se encuentra hoy en el tercer espigón. La meta final sería lograr un movimiento anual de 900.000 TEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 20 pies), confiaron fuentes a este diario. La empresa, que logró la concesión en 1994, mueve hoy unos 600.000 TEU anuales, de acuerdo con datos propios.
La nueva grúa llegó a la Argentina después de un viaje de varios meses entre China y América latina. Construida por la empresa ZPMC de Shanghai, tiene una línea de maniobra sobre el agua (outreach) de hasta 45 metros. Esto significa que permite cargar y descargar buques post-Panamax de hasta 16 hileras de contenedores. Cuando esté operativa, dentro de unas semanas, podrá mover hasta 50 TEU por hora.
La instalación de semejante herramienta significó para el concesionario una inversión de obras de refuerzo y equipamiento especial del muelle.
Falta de espacio
Más allá de los números, la nueva adquisición de TRP no obnubiló una temática que preocupa cada vez más a los principales actores del puerto. "En movimiento estamos llegando a los niveles del año récord, que fue 1998. Pero el principal problema del puerto sigue siendo la falta de espacio", indicó el consultor marítimo Diego Pinkler.
La problemática se hizo eco en la presentación de la nueva grúa en la dársena C. "El puerto necesita de nuevas áreas para desarrollar zonas de actividades logísticas que permitan lograr una mayor eficiencia. Se efectuaría un daño muy grande al puerto si se le siguiera quitando espacios", manifestó Roberto Negro en referencia a los proyectos urbanísticos que en las últimas semanas fueron presentados por varios grupos de inversores privados.
"Creemos necesario que Buenos Aires cuente con una terminal de cruceros acorde con la importancia del país. En lo que no estamos de acuerdo es en que esto se realice a costa de áreas de nuestra concesión, superponiéndolas con los accesos de carga, afectando seriamente el normal funcionamiento de nuestra terminal", sentenció.





