La diplomacia comercial, impulsora de las exportaciones
Entre 2011 y 2015, las ventas al exterior cayeron 32%; para poner en marcha los tres grandes motores de la economía (productos primarios, MOA y MOI), es necesario diversificar destinos; el papel del tipo de cambio y la infraestructura
En la visión de la canciller Susana Malcorra, la política exterior debe reflejar "la potencialidad de la Argentina". Un potencial evidente es el rol que deben jugar las exportaciones como impulsor determinante de nuestro desarrollo.
Se debe aprovechar y continuar potenciando la naturaleza diversificada de nuestras exportaciones para que impulsen a los diferentes sectores productivos con potencial competitivo. Así, un foco importante de nuestra diplomacia económica debe ser trabajar junto a los sectores productivos para revertir la tendencia negativa de las exportaciones que declinaron 32% entre 2011 y 2015, disminuyendo de US$ 82.000 a 56.800 millones. Esto resultó en que de representar el 15,6% del PBI en 2011 hayan pasado a representar sólo 9,7% en 2015. Podemos identificar tres motores de nuestras exportaciones:? Los productos primarios (PP), que repesentan 23,4%
- Las manufacturas de origen agropecuario (MOA), que son 41%
- Las manufacturas de origen industrial (MOI) que suman 31,9%
Es interesante notar que estos diferentes motores fueron afectados en forma dispar entre 2011 y 2015. Así, el sector de productos primarios disminuyó 32,8% sus ventas, con dos tercios de esta baja siendo explicada por la baja en precios de ciertas commodities. Las MOI disminuyeron 37,9% y las MOA sólo lo hicieron 15,9%.
Los destinos de las exportaciones de los tres motores no son idénticos. El sector de MOI es altamente dependiente del Mercosur y del resto del continente americano. Así, en 2015 concentró sus exportaciones en el Mercosur (41,5%), en America del Norte (17,5%), los países sudamericanos de la Alianza del Pacífico -Chile, Perú y Colombia- (8,7%) y el restante de América del Sur -Venezuela, Bolivia y Ecuador- (4,9%). Si incluimos a América Central, 73,2 % fueron al continente americano. A su vez, 26,8% del total fue a otros continentes, señalando las oportunidades existentes más allá de América, en particular en la Unión Europea, China, Japón, Sudáfrica y Australia.
Posicionamiento estratégico
En cambio, tanto las exportaciones de productos primarios como de MOA dependen menos del continente americano. Así, estos dos sectores estratégicamente bien posicionados, ya que proveen alimentos con demanda creciente, envían respectivamente sólo 22,7% (PP) y 22,6% (MOA) de sus exportaciones al resto de América.
En el caso de las MOA, más del 31% de las exportaciones van al Asia (Asean con 13% e India con 8%), más del 22% a Europa, y cerca de 8% al Africa y 6% al Medio Oriente.
En el caso de los productos primarios, la dependencia del Asia es aún mayor, con más de 47% de las exportaciones yendo a ese continente (China representando 29% y Asean 9%).
Esto se complementa con el envío de 13% de las exportaciones de PP destinadas a Europa, 10% al África y poco menos de 5% al Medio Oriente.
Los instrumentos para seguir desarrollando esta variedad de exportaciones y de mercados serán diferentes según el sector. En el caso de las MOI, el foco debe estar en trabajar con las empresas nacionales y las multinacionales afincadas en el país, para mejorar los niveles de productividad, e identificar oportunidades para contribuir a las cadenas regionales y, en algunos casos, globales de valor.
En el caso de las MOA y de los productos primarios , la prioridad parece pasar por recuperar mercados y potenciar los destinos actuales, superando barreras sanitarias y fitosanitarias. En el caso de las MOA, esto debe ser complementado con mayores grados de productividad y diferenciación.
A su vez, la diplomacia comercial argentina debe desarrollar y promover una mentalidad de Estado exportador que permita maximizar este potencial. Trabajando con los sectores productivos, debe potenciar una actitud que, como escribió Ricardo Güiraldes, fomente el "tener alma de proa" y "asimilar horizontes".
Trabajando con otros ministerios, el sector privado y el sindical, debe procurar facilitar la exportación de lo producido por el trabajo e ingenio argentino, y bregar por la disminución de la exportación de impuestos nacionales.
Nuestra diplomacia debe además conocer en detalle las sutilezas de las negociaciones comerciales internacionales, para poder potenciar con éxito los tres motores exportadores.
Ésta no es una tarea sencilla si recordamos lo expresado por el catedrático francés Raymond Aron: "La diplomacia comercial se ha convertido en un universo casi aislado, donde se mueven con facilidad funcionarios especializados, con los respectivos ministros siguiendo a la distancia las discusiones mantenidas en un lenguaje poco comprensible al profano".
Así se deben plasmar progresos concretos en las negociaciones con la India, la Asean, África y Medio Oriente, que deben incluir la facilitación de comercio y la superación de barreras sanitarias y fitosanitarias. Además, se debe perseverar en las negociaciones con la UE, que no serán ni sencillas, ni rápidas, dado el contexto político actual.
También debe alertar y advertir en forma proactiva sobre el impacto que pueden tener sobre una estrategia de Estado exportador los atrasos en términos de infraestructura exportadora o en términos de tipo de cambio. El desarrollo de los tres motores de la exportación argentina, apuntando a horizontes diversos, se convierte en un elemento escencial para satisfacer las aspiraciones de desarrollo y mejora de vida que poseen los variados sectores de la sociedad argentina.
El autor es ingeniero industrial, miembro consultor del CARI y de Cippec