Robbert van Trooijen: “El mercado no es el mismo que antes de la pandemia”
El director para América Latina y el Caribe de la naviera A.P. Moller-Maersk habla del aumento de precios de los contenedores y de los últimos cambios de la compañía
Con 100 años de presencia en el negocio naviero mundial y prácticamente la misma antigüedad operando contenedores en la Argentina, la naviera está lista para dar el gran salto y se dispone a competir en tierra con las empresas de logística y distribución con un servicio integral.
A.P Moller-Maersk en la Argentina ofrece seis servicios regulares, un servicio de temporada y un servicio regular de alimentador extranjero. La naviera opera en Puerto Buenos Aires hacia norte de Europa, Asia y América del Norte. Utiliza la misma red para cubrir socios internacionales estratégicos argentinos como rutas desde y hacia: Brasil, Golfo y Europa Central/Mediterráneo.
Desde los puertos de Rosario y Zarate, la línea de contenedores transporta mercadería a Brasil. En la Patagonia, atiende principalmente la exportación de mariscos: pescado, camarones, calamares, con escala en Mar del Plata, Bahía Blanca, Puerto Madryn y Puerto Deseado, para conectar con el mercado del Norte de Europa y Asia.
También cubre la cosecha de manzanas y peras en San Antonio Este y en la costa oeste provee embarcaciones con escala en los puertos patagónicos de Bahía Blanca y Puerto Madryn asegurando conexiones desde la región a Chile, Perú y Ecuador.
En el “fin del mundo” los servicios de Maersk, en asociación con la empresa Argentina Foreign Feeder, conectan mercaderías desde y hacia Ushuaia, con las principales rutas de Buenos Aires
“Desde 2016 Maersk – con la fusión con Hamburg Sud- entró en una transformación, porque leyó el mercado y logró identificar que los clientes están necesitando una solución de principio a fin a la hora de importar o exportar su carga”, explicó Robbert van Trooijen, vicepresidente senior, director de América Latina y el Caribe de la compañía global, en un diálogo con La Nacion.
El directivo explicó que la empresa “busca atraer talento de tecnología para desarrollar soluciones digitales, acompañar la cadena logística para hacerla más sencilla con mayor visibilidad accesibilidad y, por supuesto, eliminar los intermediarios”.
Van Trooijen, que volvió a América latina en agosto pasado, en plena pandemia, luego de permanecer 5 años en China como máximo responsable en Asia Pacífico, contó que se encontraba en Wuhan –foco de propagación del Covid- 19- cuando se desató la crisis sanitaria. En estos últimos años, según analiza, la industria protagonizó una “dramática transformación”, a partir del posicionamiento del grupo naviero, el aumento del tamaño de los buques y la inestabilidad económica, que se acentuó con la pandemia.
Pese a la crisis, el grupo empresario incrementó un 2% sus ingresos en 2020 respecto al año anterior, alcanzando los US$ 39.700 millones, y registró un aumento de 44% en su Ebitda (beneficio bruto), que fue de US$8200 millones. “En el primer trimestre se cumplieron las previsiones de baja demanda de transporte, pero luego la demanda se recuperó con fuerza llegando a exceder la capacidad de los buques portacontenedores a nivel global”, cuenta Van Trooijen.
- ¿La alta demanda motivó el incremento en la tarifa del flete internacional?
-Lo primero que decimos siempre es que el cliente tiene que mirar la cadena de suministro de forma integral para ver los costos. A partir de la pandemia, la flota global de contenedores y buques no resultó suficiente para atender la demanda. De alguna manera los mercados compiten entre ellos y toda esta situación está aumentando el nivel del flete. La flota global de contenedores no es suficiente para atender la demanda, y tampoco alcanza la cantidad de buques. Entendemos que sobre finales de este año la situación volverá a normalizarse.
- En la Argentina, por la distancia con el resto el mundo, el costo logístico resulta determinante ¿Cómo se puede reducir?
-Hay varios puntos que tienen que ver con el viaje del contenedor, desde aduanas, puertos y la misma naviera que implican una gran burocracia y serios problemas para la visibilidad y la confianza de la llegada de cada carga hasta el punto de venta o el destino final. Eso se elimina con soluciones digitales, por eso, Maersk tiene alianzas con empresas como IBM en Estados Unidos, donde se desarrolló la solución de blockchain TradeLens, que tiene una gran utilidad para muchos de nuestros clientes en Latinoamérica ya que pueden seguir en tiempo real el viaje de su contenedor.
-¿Cómo fue la operación en el bloque del sur en pandemia?
- La Argentina, como otros países de la región, logró sostener los volúmenes de exportación, principalmente por la demanda de productos agrícolas. Pero se dieron importantes bajas en las importaciones. Sin embargo, ha crecido exponencialmente el comercio electrónico y eso ha tenido un efecto en la cadena logística, especialmente en la demanda de transporte aéreo, que es una gran tendencia que seguirá creciendo. En el nuevo escenario global, Argentina y Brasil tienen oportunidad de convertirse en un mercado líder en logística digital.
-¿Se puede pensar el negocio fuera del e-commerce?
-No, pero lo pensamos como dos cosas distintas, vinculadas pero diferenciadas. Nos enfocamos en ayudar a mover las cadenas de suministro de muchos comercios de retail, combinando e integrando servicios de logística y almacenaje para manejar el flujo de bienes de principio a fin. Esa es nuestra propuesta. El mercado no es el mismo que antes de la pandemia, con la aceleración del e-commerce y la cadena logística no está del todo preparada para ese mayor volumen de manera constante. En los países de América Latina somos menos conocidos en nuestra faceta logística integrada y esa es la barrera que queremos derribar.
-La demanda de vacunas representa un desafío en términos logísticos
- Si, por sus particularidades las vacunas necesitan frío y tenemos la flota aérea preparada para hacer esta distribución en países emergentes. Maersk ha sido el primer operador logístico en asociarse a un laboratorio que está trabajando en una vacuna contra el Covid-19. La alianza con Covaxx resulta crucial para el mundo y estamos muy orgullosos de ser parte de esto.
- Con respecto a la tecnología, ¿en qué situación se encontraba la compañía antes de la pandemia?
-Si bien hicimos lanzamientos importantes como NeoNav, recientemente, los desarrollos tecnológicos requieren de largos plazos de desarrollo en innovación y ya estaban avanzados. La situación que se dio en el 2020 a nivel global, aceleró las últimas etapas, pero estábamos con un importante avance en materia de tecnología aplicada a la cadena de suministro para hacerla más dinámica, sencilla y económica.
-¿De qué se trata la app?
- NeoNav es la herramientas más reciente e innovadora. Funciona como en torre de control que da una visibilidad global sobre la carga, dónde está, cuándo puede llegar y existen otras aplicaciones como Capitán Peter que pueden trackear inclusive la temperatura del contenedor.
-¿Hacia dónde avanza el negocio?
-La meta de A.P Moller-Maersk, ahora, está concentrada en crecer y desarrollar toda la industria logística terrestre; por eso todas las herramientas digitales van a ir acompañadas de adquisiciones de otras empresas o de crecimiento orgánico en bodegaje, en traslado, principalmente. Y, por supuesto, buscará poner esta distribución de contenedores directamente en el punto final de forma tal que, a través de estas herramientas digitales, se pueda seguir el contenedor con un sólo proveedor, sin intermediarios, hasta el destino final.
-¿Cuáles son los planes para un año que vuelve a tener en el centro la pandemia?
-Tenemos grandes planes de inversión, pero no en transporte marítimo, sino en logística terrestre. Alcanzamos un posicionamiento óptimo globalmente -entre el 14% y 15% de la capacidad global- y en América latina, - entre el 20% y 25%- del mercado naviero.
Ahora apuntamos al mercado logístico: almacenes, transporte terrestre, manejo de la cadena de suministro de nuestros clientes. Todo se resume en una apuesta a la democratización de la cadena de suministro, que normalmente es complicada, pero entendemos que ciertas complejidades son parte y otras han sido creadas por varios proveedores para ganar dinero.
En este proceso, para agilizar la cadena la clave es la digitalización de la demanda, porque la logística de retorno es carísima, entonces, saber qué va a pasar y minimizar el transporte innecesario es lo más importante.