Cómo afecta a la Argentina la pelea comercial entre China y EE. UU.
Las relaciones entre Estados Unidos y China atraviesan un momento crítico. Si el conflicto escala, alterará la economía mundial y tendrá efectos mayores a los que ya se perciben sobre el nivel de actividad y las finanzas en el plano doméstico.
Una mayor efervescencia de la economía internacional puede volver a presionar a los inversores financieros a refugiarse en carteras menos riesgosas, algo similar a lo que ocurrió este año, aunque por otros motivos, como la suba de la tasa de interés en Estados Unidos. Si esa historia se repite, volverá a poner presión sobre el tipo de cambio en los países emergentes, en especial en aquellos que requieren del financiamiento internacional, como la Argentina.
Para muchos economistas la principal amenaza que enfrenta la expansión que mostró la economía global en los últimos años es la pelea entre EE. UU. y China, algo que golpea a la Argentina como parte del concierto internacional.
Una eventual desaceleración de la actividad a nivel mundial puede tener un impacto especialmente negativo sobre los países emergentes, entre los que está la Argentina.
El presidente Mauricio Macri , por caso, incluyó a la guerra comercial entre los "shocks" que afectaron a la economía global este año. El FMI ya advirtió varias veces sobre el daño que podría infringir a la economía. La OCDE se sumó a la advertencia. "Un aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China podría profundizar la desaceleración de la economía global hasta en un punto porcentual adicional para el 2020", dijo en Buenos Aires José Ángel Gurría, el jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en una entrevista con la agencia Reuters.
La pelea es especialmente incómoda para Macri. Por un lado, su buena relación con Trump es crucial en la relación con el FMI, pero la Argentina también busca afianzar el vínculo con China. De hecho, este fin de semana se firmarían 37 acuerdos bilaterales millonarios y un plan de acción para los próximos cinco años.
Los especialistas del sector agrícola sostienen que una escalada de la pelea tendrá efectos nocivos para la siembre en la Argentina. Sucede que una mayor volatilidad en el mercado internacional del precio de la soja llevará a una redistribución de los flujos comerciales y un redireccionamiento de las exportaciones. Con las trabas del 25% que le puso solo a un país de los tres proveedores del grano, el impacto distorsivo es evidente.