Disney llega a China con un parque temático en Shanghai
Será el tercero en Asia luego de las aperturas de Tokio, en 1983, y Hong Kong, en 2005
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LOS ANGELES.- Tras un cortejo de 20 años, la compañía Walt Disney logró la aprobación del gobierno chino para la construcción de un parque temático estilo Disneylandia en Shanghai, anunció el CEO de Disney, Robert A. Iger.
El acuerdo para una Disneylandia en Shanghai es un caso testigo que tiene enormes implicancias culturales y financieras. Los analistas estiman que el parque inicial -sin incluir la infraestructura hotelera y de turismo- costará US$ 3500 millones, lo que lo convertiría en una de las mayores inversiones extranjeras en China.
Los planes de Disney son ambiciosos: si se da un mayor desarrollo del centro turístico de acuerdo con lo previsto en las próximas décadas -cosa aún dudosa- tendrá una capacidad que rivalizará con Disney World de Florida, que atrae a alrededor de 45 millones de visitantes al año.
La meta de la compañía es crear un motor que impulse la demanda entre los 1300 millones de residentes chinos para otros productos Disney, desde videojuegos hasta shows al estilo Broadway y DVD. Disney comúnmente se basa en la creación de nuevos canales televisivos para promover su marca en el extranjero, pero los límites de China a los medios extranjeros lo han hecho imposible. La aprobación, llamativamente, no incluyó concesiones por parte de China en el frente televisivo.
Iger dijo que la aprobación es "un hito muy significativo", esforzándose por alabar a China como "uno de los países más dinámicos, excitantes e importantes del mundo". Abrir las puertas a una experiencia de entretenimiento tan particularmente estadounidense -y permanente- es un hito para China, que ha protegido agresivamente su cultura de la occidentalización en general y Hollywood en particular. Sólo se permite la difusión de 20 films no chinos por año y a menudo los que se muestran están editados.
"Disney, quizá la marca estadounidense más emblemática, tiene una carga fuertísima en este sentido", dijo Orville Schell, director del Asia Society Center para las relaciones EE.UU.-China. No está claro qué fue lo que convenció finalmente a China de aprobar el negocio luego de años de conversaciones que comenzaban y se interrumpían repetidamente. La perspectiva de crear decenas de miles de puestos de trabajo en un momento económico difícil puede haber tenido un rol, dijo Schell al igual que otros analistas.
Otros han especulado que el momento está relacionado con la visita inaugural del presidente Obama a China, que tendrá lugar este mes. Schell dijo que vio aquí fuerzas profundas actuando. "Es una señal de que ahora van a tolerar cierto tipo de inversión occidental", dijo.
Disney será propietaria de alrededor de un 40 por ciento del centro turístico de Shanghai, con el resto en manos de un holding formado por un consorcio de compañías chinas escogidas por el gobierno, según gente con conocimiento del plan, pero que no tiene autorización para hablar en público.
Atractivos clásicos y nuevos
La única parte que necesitaba aprobación de Pekín es la que tendrá el estilo del Reino Mágico; Disney ahora negociará con las autoridades de Shanghai los planes de construcción, pero eso se considera simplemente un trámite. Se están elaborando los detalles sobre los paseos, pero habrá un conjunto de atracciones clásicas y otras nuevas desarrolladas para Shanghai, quizás incorporando historias chinas.
A menudo se acusa a Disney de imponer sus productos a los mercados internacionales, homogeneizando la cultura. La creación a presión por la compañía de Disneylandia París a comienzos de la década de 1990, por ejemplo, fue un desastre de relaciones públicas; hubo protestas de campesinos franceses, horcas en mano, contra Disney.
Pero la compañía, bajo una nueva conducción desde 2005, ha trabajado para terminar con esa reputación de imposiciones, aceptando adecuarse a los mercados locales y trabajando con socios locales. Donde resulta apropiado ha incorporado costumbres locales; la decisión de servir bebidas alcohólicas en Disneylandia París ayudó a convertir ese centro en un éxito financiero.
Disney creó una cadena de institutos de idiomas en Shanghai. Ha tenido cuidado de prometer que el objetivo es enseñar a niños a hablar inglés y no adoctrinarlos con sus personajes, que sin embargo aparecen de modo muy destacado en los institutos.
Disney, que ya hace más negocios en China que la mayoría de las compañías de medios, tiene más de 600 empleados en Pekín, Shanghai y Guangzhou. Se venden juegos caros y ropa de la línea Mickey Mouse en unas 6000 tiendas.
La compañía tiene alrededor de una docena de horas de programación televisiva (El club de Mickey Mouse) en canales locales cada semana y su unidad Broadway ha presentado en gira El Rey León, entre otros shows. Pero los ejecutivos de Disney han fijado metas muy elevadas en cuanto al crecimiento internacional, diciendo públicamente antes de la recesión que alrededor del 50% de las ganancias anuales de la compañía comenzarían a provenir del extranjero en pocos años; actualmente alrededor de un cuarto de los ingresos y el movimiento operativo provienen del exterior de EE.UU.
La compañía escogió Shanghai en gran medida por su red de transporte; mover a los turistas y alimentarlos en el inmenso centro plantea enormes problemas logísticos. Hay alrededor de 300 millones de clientes potenciales viviendo a dos horas o menos del lugar, ubicado entre el aeropuerto de la ciudad y el centro.
"Estratégicamente sabemos que nuestros parques temáticos representan un inmenso letrero para la marca Disney no importa donde los pongamos" dijo Jay Rasulo, presidente de Walt Disney Parks and Resorts, en agosto, durante una entrevista sobre los planes de crecimiento de la división.
El anuncio marca la culminación de un cortejo que comenzó en julio de 1990, cuando Zhu Rongii, entonces alcalde de Shanghai, viajó a la Disneylandia original en Los Angeles con otros cuatro alcaldes chinos y volvió decidido a tener una Disneylandia en su ciudad. Zhu llegó a convertirse en primer ministro chino, entre 1998 y 2003, y fue un apoyo sistemático del proyecto, dijo Michael Rowse, el funcionario del gobierno de Hong Kong que tuvo un rol central en negociar la creación de la Disneylandia de Hong Kong, que se inauguró hace cuatro años.
- Sociedad. Disney será propietaria de un 40% del centro de Shanghai; el resto será de un holding formado por un consorcio de empresas chinas.
- El mercado. Hay alrededor de 300 millones de clientes potenciales viviendo a dos horas o menos del futuro parque de diversiones.










