Dólar: hasta dónde subirá este año, según las últimas proyecciones de los economistas

Las miradas de analistas económicos coinciden en un diagnóstico: en 2023 la economía no arrojará buenas noticias para la Argentina. Más déficit fiscal, mayor inflación, caída en el consumo y contracción del nivel de actividad son algunas de las claves de los pronósticos que bancos y consultoras proyectan para el año que definirá el próximo presidente.

Son los números que se desprenden de la última edición del informe FocusEconomics Consensus Forecast, publicado ayer, que estima que luego de dos años de recuperación -tras la crisis iniciada en 2018 y el desplome de 2020- el nivel de actividad se contraerá un 0,5%. El impacto de la sequía y la falta de dólares, que afecta las importaciones, serán dos claves que explican esa variación negativa del PBI.

Los utilizados en el informe fueron recolectados entre el 7 y el 12 de marzo, y contemplan los efectos negativos de la sequía que golpea a la producción agropecuaria. Según un reciente informe técnico de CREA, el país podría perder exportaciones por alrededor de US$20.000 millones.

En ese escenario, la caída del 0,5% confirmaría un escenario de estanflación, contrario a las perspectivas del Gobierno que proyectaba un crecimiento superior al 2% para este año. Ese escenario optimista, compartido en sus últimas publicaciones por el FMI y el Banco Mundial (2%) se contradice con la visión de analistas y consultoras privadas, que configuran escenarios aún más pesimistas. En sus pronósticos, los bancos Supervielle y Galicia estiman contracciones del 3,1% y el 2,8% para el PBI este año, respectivamente.

En tanto, las consultoras Invecq y EcoGo estiman que la actividad se contraerá 3% y 3,1%, mientras que LCG proyecta una contracción del 2,2%.

Con respecto a la inflación, que en febrero superó por primera vez en 31 años el 100% en su medición interanual, las estimaciones compiladas por Latinfocus esperan una aceleración. Para fin de este año, proyectan que el alza del costo de vida promedio será del 100,3%, y que en 2024 bajaría al 83,2%.

Las firmas más optimistas, como Abeceb, contemplan un IPC del 86,4% para el año, mientras que otras proyecciones contemplan valores superiores. Para Invecq estará en el 188%, mientras que para Banco Galicia llegará al 115,4% y para el JP Morgan será del 112%.

En ese contexto, los economistas consultados proyectan que el Gobierno mantendrá el cepo cambiario y la devaluación administrada del tipo de cambio, en un ritmo similar a la suba de los precios. Así, se estima que el dólar oficial, que concluyó 2022 en $177,10, llegará a fin de año a $347,50. En otras palabras, habrá en todo 2023 una suba del 96,2% del dólar oficial, apenas por debajo de la variación de la inflación.

El encarecimiento del costo de vida también tendrá efectos negativos sobre otras variables clave de la economía. Según el informe de Latinfocus, el consenso de los economistas plantea que el consumo privado interrumpirá sus dos años consecutivos de recuperación post pandemia para concluir 2023 con una contracción del 0,9%.

Al mismo tiempo, la inversión privada podría también verse afectada, con una baja durante el año del 2,6%.

En cuanto al sector público, el informe de Latinfocus plantea que el déficit total acumulado en 2022 fue del 3,9% del PBI (incluye los pagos de vencimientos de deuda), y advierte que el consenso de los economistas prevé para este año una contracción de dos décimas, para llegar a un rojo equivalente al 3,7% del PBI. Esa variación estaría acompañada de una contracción del 0,4% en el gasto público.

El frente externo también tendrá resultados negativos, en un contexto en el que se combinan la desaceleración del crecimiento mundial con la falta de dólares, el endurecimiento del cepo y el efecto de la sequía, que implicará menor producción agrícola y una cosecha menor de soja, maíz y otros productos. En ese escenario, los últimos pronósticos de Latinfocus plantean que 2023 concluirá con una contracción del 1,3% en las exportaciones.

Al mismo tiempo, el relevamiento estima que la falta de divisas implicará que el Gobierno endurecerá aún más el cepo sobre las importaciones, que tendrán una contracción del 2,6%. De todas maneras, se estima que la balanza comercial cerrará con un superávit de US$5700 millones.