Dramanagement: actuar para comunicar mejor
Algunas empresas adoptan esta estrategia de comunicación y formación, que resulta entretenida y eficiente
Si se hace gimnasia en la oficina…, ¿por qué no hacer películas?
El relato cinematográfico se coló en el management. Grandes compañías están empezando a cambiar viejos formatos de comunicación dentro de las empresas por dramatizaciones que, además de resultar más entretenidas que una sucesión de placas de PowerPoint, son más eficientes para transmitir un mensaje comprensible y perdurable.
El género denominado dramanagement se abrió lugar los dos últimos años entre las obras del Festival de San Sebastián. La empresa española Cookie Box expuso piezas de producción propia que "mediante códigos de storytelling [enfocado en contar historias para invocar sentimientos], se nutren de las emociones del cine para desarrollar personas", explicó a LA NACION Norbert Monfort, socio de la empresa y profesor de Recursos Humanos y de Management de la Esade, una escuela de negocios de aquel país, con sede en Buenos Aires.
El método trata de contar historias igual que en las películas, pero en pocos minutos y en función de los objetivos de las corporaciones. "El dramanagement se utiliza para afrontar el desarrollo organizacional y la comunicación interna desde un enfoque emocional", dice Monfort, psicólogo industrial y especialista en Recursos Humanos. La similitud en los formatos supone una estructura igualmente replicada detrás de cámara.
Cookie Box cuenta con una productora cinematográfica propia. "Eso implica director, productores y guionistas que trabajan en forma coordinada para dar satisfacción en tiempos cortísimos con estándares de calidad y a costos de altísima eficiencia", detalla Monfort. La optimización, asegura, está en el propio formato, por constituir una herramienta de mayor llegada por el hecho de convertir las sesiones de formación y comunicación interna en momentos que apelan a la emoción. Por caso, laboratorios Novartis y Boerhinger Ingelheim implementaron soluciones como está en el Viejo Continente. Danone usó el live case, es decir, abordajes de casos que, en lugar de estar escritos en papel, se exponen a través de personajes que dramatizan situaciones dentro de las organizaciones. "Son testimonios actuados", define Monfort.
La innovación y el abandono de lo convencional tienen su precio. "El importe inicial de estas herramientas es superior a la formación tradicional. Sin embargo, lo que debe evaluarse es la transferencia de los aprendizajes o la memorabilidad de la información recibida. Los datos sobre la rentabilidad de estas técnicas demuestran que la inversión es extraordinaria", asegura Monfort. Por ejemplo, un taller de 16 horas de formación, usando el dramanagement como live case puede costar unos 7000 euros ($ 43.680 al cambio actual) y el desarrollo de videojuegos corporativos podría rondar los 30.000 euros ($ 187.200).
Esto último responde a lo que el académico de Esade define como "una técnica transmedia", que abarca el uso de otros elementos: videojuegos, cómics y aplicaciones web o para dispositivos móviles (iPad) forman parte de esta combinación de management y entretenimiento dispuesta a explotar una nueva faceta del universo digital. "Nuestra filosofía implica fusión, hibridación de diferentes disciplinas. Y tiene al "edutainment" como base, para interiorizar contenidos y conceptos de forma que se disfrute", amplía el profesor que presentó su modelo en Buenos Aires y Córdoba.
Alcanzar esa doble meta desafía a encontrar una horma de zapato para cada pie; amoldar el producto a los clientes. "Hay una customización que es la base del éxito. Los consultores adaptan y seleccionan cada una de las técnicas en función de la necesidad del cliente, a partir de diagnósticos organizacionales". Por eso, se trabaja ad-hoc.
Por ejemplo, hay distintas respuestas para la presentación interna de un producto que se vende a terceros, y otras en la búsqueda de mejoras en las habilidades de los directivos. Lo muestra la experiencia: mientras que se usaron live cases en la formación de ejecutivos de Danone, los laboratorios Novartis y Boerhinger Ingelheim optaron por cortos de tipo cinematográfico. BBVA, en cambio, usó aplicaciones multimedia para la gestión del talento, y Pepsico apostó por un videojuego para integrar a sus empleados.