
Dudas por la acusación a Repsol-YPF
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Sorpresa y preocupación. Entre esas dos sensaciones navegaba la reacción de ayer del Ministerio de Economía ante la investigación de la Dirección General Impositiva (DGI) por el presunto vaciamiento de la empresa Repsol-YPF.
Altas fuentes de la cartera económica consultadas ayer por La Nación expresaron que "a primera vista, la denuncia no parece ser muy consistente" y aclararon que aún hay que determinar si hubo un perjuicio mientras el Estado era accionista de la principal empresa argentina.
En un comunicado, Repsol-YPF expresó que la acusación es de una "inexactitud absoluta" y aclaró que, ante una consulta del director de la firma, Ramón Blanco, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Carlos Silvani, desmintió que haya "denuncia, procedimiento, actuación, investigación o resolución" sobre el tema. Y la AFIP informó que "no realizó ni ajuste ni denuncia penal" contra Repsol-YPF.
En parte, el comunicado oficial se ajusta a la realidad, porque Impositiva aún no había realizado ninguno de estos trámites. Sin embargo, altas fuentes de la AFIP confirmaron ayer a La Nación que la empresa petrolera "es investigada".
En la DGI, la difusión de las investigaciones provocó conmoción. Fuentes del organismo atribuyeron la publicidad de la noticia al estado de acefalía de la DGI. "Hay algunos personajes que se posicionan ante la futura conducción", confesó la fuente.
Presunto vaciamiento
La DGI sostiene que la empresa petrolera habría sido "vaciada", a través de una serie de maniobras. Al respecto, el informe da cuenta de la "curiosa" caída tanto en las ganancias como en el valor de la acción. En ese sentido, una alta fuente de la Secretaría de Energía aclaró que, en dos de los períodos investigados (1997-1998), "la empresa sufrió un recorte por la mala situación del petróleo crudo" en el mercado internacional. Una fuente del mercado local confirmó el análisis previo: "Si YPF perdió, fue por la caída del crudo internacional", sentenció.
La fuente recordó que "Repsol pagó un precio alto" por las acciones de la petrolera, aunque "apenas se concretó la operación el crudo empezó a subir". El diputado Mario Cafiero (PJ) planteó ayer que el Gobierno debe tomar "medidas urgentes" para evitar maniobras de vaciamiento y pidió sancionar a los "funcionarios encargados del control". Y agregó que las investigaciones demuestran "claramente que Repsol compró YPF para hacer negocios poco claros".
Las repercusiones políticas comenzaron anteayer, cuando, en una reunión en la Cámara de Diputados, el radicalEduardoSantín acusó a un estrecho colaborador del secretario de Energía, Daniel Montamat, Carlos Bechelli, de ser "un empleado de la petrolera española", de la cual "cobra sueldo". Según la agencia Télam, Santín dijo que el coordinador de Combustibles es "el principal favorecedor desde el Estado del avance de Repsol hacia el total control del mercado energético".




