
El BBVA Francés quiere crecer en el sector de banca minorista
Busca profundizar la suba de ingresos por comisiones de cuentas, tarjetas y préstamos
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BILBAO, España.- El BBVA Banco Francés apostará fuertemente este año por el desarrollo de la banca transaccional -que incluye las operaciones de tarjetas de crédito y débito, la administración de medios de pago, seguros y apertura de cuentas-, anticipó aquí Jorge Bledel, presidente de la entidad, que al igual que cientos de ejecutivos del grupo Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), asistió en esta ciudad a la junta general de accionistas 2006.
La banca transaccional permitió al Francés embolsar el año pasado un 37,5% más de ingresos que en 2004 por las comisiones de esos servicios y productos, según se informó en el balance anual 2005 del grupo, difundido anteayer.
No es sorpresa que el Francés ponga especial atención a este segmento, desde el momento en que, según estiman fuentes del mercado, los mayores bancos privados de la plaza local están hoy vendiendo en un mes entre 12.000 y 15.000 tarjetas de crédito, lo mismo que vendían en un año luego de la crisis de 2001/2002, principalmente por el fuerte impulso de las promociones de compras con descuentos en hipermercados y en cadenas de electrodomésticos.
"La idea es devolver el banco a la normalidad en todas sus actividades, a los niveles pre crisis, en captación de depósitos, otorgamiento de préstamos y venta de servicios y productos", dicen en la entidad. De todos modos, ganar más depósitos es un desafío, dado que la tasa de interés real es hoy negativa y pierde la carrera contra la inflación, aunque Bledel estimó que esta situación no podrá extenderse por mucho tiempo.
En el breve apartado destinado a la Argentina dentro del voluminoso informe 2005, de 290 páginas, el BBVA también destaca otra faceta que hace a la normalización y saneamiento de su filial local: la reducción de la tenencia de títulos públicos, aplicando la liquidez resultante a la cancelación de la asistencia financiera (redescuentos) recibida del Banco Central (BCRA) durante la crisis.
Actualmente, según la fuente, la tenencia de títulos públicos del Francés representa el 34% de su cartera de activos, menor incluso al máximo permitido por el BCRA, que es del 40%. Pero la intención es ir llevándola hacia el 25%, nivel previo a la caída de la convertibilidad y muy lejos del alcanzado en 2002, cuando llegó a representar el 70%.
Sin apuro por comprar
En cuanto a la situación global del BBVA, su presidente, Francisco González, presentó anteayer formalmente ante los accionistas los resultados de 2005, y dijo que el banco mira oportunidades de negocios en Europa, Asia y Estados Unidos, pero que no crecerá a fuerza de compras si éstas "no están de acuerdo con los principios éticos" del grupo. Se refirió así al frustrado intento de compra de la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), que quedó en manos de la aseguradora italiana Unipol.
"Que se diga por ahí que en el primer intento no se hizo bien la gestión de la compra es un insulto", dijo Gónzález, y agregó: "¿El fin justifica los medios? ¿Hay que hacer algo ilegal para controlar un banco? No".
Sin dar detalles, González afirmó que la justicia italiana demostró que las operaciones de Unipol contra el BBVA en la puja por la BNL fueron ilegales y explicó que, en un segundo intento por quedarse con la entidad, "dijimos no por una cuestión de precio; firmar un cheque es fácil, pero no íbamos a hacerlo solamente por tener un título en la prensa". El BBVA tiene el 14,7% de las acciones de la BNL y ahora pretende venderlas, mientras mantiene una demanda judicial por la fusión frustrada.
En cuanto a los resultados del grupo, que en realidad ya se habían hecho públicos a fines de enero, hubo un nuevo récord para el BBVA en el beneficio atribuido, de 3806 millones de euros, un 30,2% más que en 2004 y un aumento del 20,1% en el dividendo por acción, en 0,53 euros, "la cifra más alta en la historia del grupo", subrayó González. El ejecutivo también se jactó de la rentabilidad del 37% lograda por el BBVA en 2005, 15 puntos por encima de la media de la banca europea.
Un nutrido auditorio, en representación del 56% del banco, siguió atentamente las presentaciones casi eufóricas de González y del consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri. Al término fue el turno de las preguntas y comentarios de muchos de los accionistas, que en algunos casos suscribieron la presentación de las cifras y en otros cuestionaron duramente algunos aspectos. Por ejemplo, uno de ellos habló de debilidad ante posibles compras hostiles y otro pidió corregir errores de gestión. En la puerta de la junta, un grupo de sindicalistas también manifestó su disconformidad con los directivos del banco.
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