El BCRA bajó una tasa para que los bancos migren a la Leliq larga o le compren más deuda al Gobierno
Podó del 36,5 al 34% la de pases pasivos para alentar la reubicación de esa masa de 1,4 billones de pesos
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El Banco Central (BCRA) redujo hoy del 36,5 al 34% anual la tasa de interés que les paga a los bancos por los préstamos que recibe de ellos (pases pasivos) a 7 días para sacar de circulación parte de los pesos emitidos en exceso, básicamente para asistir al fisco.
La medida amplía la brecha de rendimiento entre sus distintos instrumentos de absorción monetaria –desde la semana pasada paga del 40% al 44% por colocaciones en sus Letras de Liquidez (Leliqs) a 28 o 180 días de plazo y 32% por los pases a 1 día, que se mantendrán- en procura de acelerar el proceso de migración que impulsa en la muy elevada deuda que pasó a acumular durante la gestión Fernández, lapso en que creció de $1,1millones a $4,92 billones.
Así busca mejorar su capacidad de esterilización de pesos tras haber inyectado a la economía la friolera de $1,568 billones sólo en el último trimestre para financiar gasto público ($1,167 billones) o pagar los intereses que genera su deuda ($401.730 millones en igual lapso), para tratar de aplacar el inevitable impacto inflacionario que esa borrachera monetaria tendrá, consecuencia que podría potenciarse de no mermar la actuales muestras de repudio al peso.
El BCRA había anunciado a comienzos de año un conjunto de decisiones para reconfigurar sus instrumentos de la política monetaria aplicando para ello un “reordenamiento del esquema de tasas de interés y una simplificación de la organización de la liquidez sistémica”. En ese contexto fue que movió al alza la tasa de interés de referencia del 38 al 40%, tras mantenerla congelada 13 meses, mejoró 2 puntos la tasa garantizada para plazos fijos y expandió el límite máximo de tenencia de Leliqs habilitado para bancos (además de crear una más larga a 6 meses de plazo) y la eliminación progresiva de los pases a 7 días.
Para el economista Federico Furiase, de la consultora Anker Latinoamérica, no hay duda de que, con el recorte a esta tasa, el BCRA busca acelerar el proceso de migración en su deuda remunerada además de generar una ventana de oportunidad para que el Gobierno mejore la captación de financiamiento por vía del mercado dados los evidentes costos que le trasladó al fracasar su programa financiero 2021.
Hay que recordar que el Ministerio de Economía había prometido financiarse durante el año pasado 60% con emisión monetaria y 40% con emisiones de deuda en el mercado local de capitales pero en realidad terminó tomando del BCRA tres cuartosde los recursos con que financió el enorme déficit fiscal.
“El coeficiente a aplicar desde el día 17.01.2022 para las operaciones de pases pasivos a 7 días en la Rueda Repo disminuye a 0.8500 situándose la tasa en 34% nominal anual”, comunicó la entidad esta mañana en una circular a los bancos.
“La baja de tasa de pases pasivos esconde la necesidad que tiene el Gobierno por potenciar el financiamiento neto en el mercado local y bajar el financiamiento por vía monetaria directa en el marco de las negociaciones con el FMI”, sostiene Furiase.
“El BCRA busca alentar ese proceso con un incentivo de tasas: si a los bancos le empiezan a prorratear en la licitación de Leliq a 28 días, van a tener que elegir -en un contexto de baja oferta de crédito- entre una Leliq a180 días a una tasa efectiva anual de 48,9% o una Lecer que rinde inflación más algo, partiendo de una inercia inflacionaria piso de 50% anual. Si un 25% del stock de pases que había a fines de 2021 termina yendo a Letras del Tesoro se lograrían captar fondos por 1,2% del PBI 2021″, explica.
Claro que el riesgo es que el financiamiento neto proveniente del desarme de pasivos remunerados “es monetariamente expansivo una vez que el Tesoro usa los pesos para financiar el déficit”, advierte, además de “seguir aumentando la exposición de los bancos en riesgo Tesoro”.
Sin embargo, en un contexto de necesidades acuciantes al parecer la apuesta es que el BCRA mejore sus chances de administrar una pesada deuda que está condenada a seguir creciendo, con tal de tener chances de ir disminuyendo la asistencia al fisco y apagando uno de los motores que tanto la impulsó en la era Fernández.
“Con la nueva política de tasas se espera que la factura por los intereses del pasivo remunerado del BCRA se haga más elevada. De hecho, si hay un vuelco de los pases pasivos a Leliq a 28 días a este nivel la factura de intereses aumenta en $225 millones (0,5% PBI). Solo mayor inflación puede absorber ese exceso de pesos gracias al aumento de la demanda nominal de pesos. Y en un contexto donde a pesar del viento de cola se perdieron US$1600 millones de reservas netas, tener ese nivel de pasivos es riesgoso y la reducción del 60% del Patrimonio Neto del BCRA medido en dólares debería ser una señal de alerta”, enumeró recientemente en un informe la consultora LCG para alertar sobre los riesgos que se corren en este proceso.
GMA Capital recuerda que el stock de pasivos remunerados ya supera el 10% del PBI y seguirá creciendo ya que hará falta “seguir esterilizando la monetización del déficit fiscal y cuasifiscal” y explica que la medida llega cuando “los pases pasivos venían ganando terreno y el stock de Leliq (el pasivo más “largo”) representaba 45% del total de pasivos remunerados, lo que es el menor peso relativo desde septiembre de 2018″.
LA NACION