El Banco Central lleva cuatro ruedas vendiendo reservas

El Banco Central (BCRA) cerró sus intervenciones sobre el mercado de dólar al contado con un saldo vendedor que promedió los US$40 millones, cifra representativa del 11% del volumen de US$364,5 millones operado en la jornada por esa plaza.

De este modo, acumula una racha vendedora de cuatro ruedas, lapso en que se desprendió de un total de US$390 millones, según cifras preliminares. El valor en realidad es mayor si se agregan los dólares que pierde por intervenir para tener bajo control al menos una parte de la brecha (mediante venta de bonos), tarea en la que rifó más de US$ 300 millones -por caso- durante septiembre.

A su vez, eleva a US$60 millones las ventas en las dos primeras ruedas de la semana y el mes (contando los US$20 millones que habría vendido ayer), un monto inferior a los US$114 millones que había utilizado en el mismo lapso inicial de octubre, que se puede tomar como parámetro, ya que fue antes de disponer la prohibición general al pago anticipado de importaciones que rigió hasta el viernes pasado.

“La demanda de divisas prevaleció nuevamente en el desarrollo de las operaciones, exigiendo nuevas intervenciones oficiales para compensar la insuficiencia de la oferta”, observó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.

Todo fue al cabo de una rueda en la que el BCRA no se apartó del manual, que supone habilitar ajustes homeopáticos para el tipo de cambio oficial (que avanzó de $99,81 a $99,86 para la venta en el día), lo que hace que haya aumentado apenas 18,9% en lo que va del año, es decir, 21 puntos menos que la inflación que se estima acumulada hasta octubre.

Aquella medida restrictiva, ahora flexibilizada, ayudó a reducir notablemente la demanda de divisas (como anticiparon los datos de recaudación conocidos ayer, al mostrar una caída del 6,6% en los derechos de importación) y le permitió al BCRA cerrar octubre con recompras de reservas por algo más de US$200 millones, pese a ser un mes en que la cuenta corriente cambiaria potenció el rojo que ya había comenzado a mostrar en septiembre, al cerrar con un déficit de US$785 millones.

Claro que todo eso fue a costa de provocar tensiones y cortes en las cadenas productivas locales -por insuficiencia de algunos insumos- o faltantes de mercaderías en algunos sectores, además de un salto en la brecha cambiaria, que toco 108% (el máximo en 12 meses) y sigue en alza aprovechando los pesos emitidos y ociosos que salieron a calle.

La dinámica que tomó el mercado cambiario no sorprende a los analistas ni a las autoridades del BCRA, que saben que les toca transitar semanas complicadas, porque a la retracción tradicional que muestra la oferta de divisas (por factores estacionales) se agrega la especulativa relacionada con las inminentes elecciones, en un contexto en que la economía y la política no ofrecen ningún grado de previsibilidad.

En especial, tras la adaptación regulatoria que flexibilizó algunos pagos por importaciones, al permitir que se cancelen en parte cuando la mercadería comprada y a ser enviada al país ya se encuentre en el puerto de despacho.