El BCRA volvió a vender y este mes ya cedió más de US$750 millones de sus reservas

El Banco Central (BCRA) cerró la semana posterior a las elecciones perdiendo otros US$60 millones de sus reservas en intervenciones sobre el mercado de contado del dólar, cifra que eleva a casi US$120 millones el saldo deficitario semanal y a poco más de US$750 millones el total cedido por esta vía en lo que va del mes.

La nueva venta llegó en una jornada en la que el ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a negar una posible devaluación del peso.

“No va haber devaluación”, dijo el funcionario en una entrevista con Radio con Vos, en la que ya había adelantado que su idea es “seguir con la línea de la política cambiaria” que el Gobierno ejecuta, aunque es la que la está generando una creciente pérdida de competitividad de más de 20 puntos a la moneda local en lo que va del año, sin que haya aportado mucho a bajar la inercia inflacionaria de la economía local, que orilló el 42% en apenas 10 meses.

La marcada tendencia a la apreciación que muestra el tipo de cambio real la denuncia el propio Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que elabora el BCRA: cayó de 124,9 a 104,2 puntos en ese lapso, o de 109,2 a 92,2 puntos en el caso de la medición respecto de Brasil, principal socio comercial de la Argentina.

Los esfuerzos oficiales por aplacar la expectativas inflacionarias y devaluatorias chocan con el pragmatismo de un mercado que concentra su atención en la tenencia real de reservas del BCRA y en las presiones a que está sometidas por agregados monetarios que crecen arriba del 50% interanual, producto de la descontrolada emisión destinada a financiar al fisco. “Mientras el Gobierno no muestre algún plan coherente para reducir los desequilibrios, la desconfianza persistirá. Y esto va más allá de un acuerdo formal con el FMI”, juzga un agente de mercado.

Al pasado viernes las reservas netas del BCRA se ubicaban en US$6540 millones, básicamente compuestas por la tenencia de oro (US$3697 millones), un residual de los DEG enviados este año por el FMI (US$2033 millones) y una tenencia líquida que ya había quedado reducida a US$810 millones, según estimaciones del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres) en base a las actualizaciones semanales del balance del BCRA.

“La recuperación tendrá patas cortas con una coyuntura amenazada por una brecha cambiaria arriba del 100% y una inercia inflacionaria creciente, algo muy riesgoso para una economía que acumula semejantes desequilibrios (fiscales, monetarios y de precios relativos). Un problema concreto responde a la necesidad de afrontar los pagos al FMI, y por ende la solución descansa sobre un acuerdo. Pero si bien es una condición necesaria para sortear las dificultades más próximas, lejos está de ser suficiente”, coinciden los analistas de la consultora LCG.

Las persistentes dudas respecto de la economía argentina se dejan ver en la tendencia alcista que volvió a mostrar en la semana la tasa de riesgo país (supera los 1706 puntos y marca un nuevo máximo post canje de deuda) o el desplome promedio del 20% que se anotaron en la semana las acciones más representativas del riesgo argentino.

Es una desconfianza que no cede, aunque ahora es el Gobierno el que parece apurado en buscar un acuerdo con el FMI, como lo ratificó también en la jornada Guzmán al hablar de una “decisión política” al respecto y que “tiene el respaldo de todo el Frente de Todos”.

La intervención oficial apuntó a que el dólar mayorista cierre a $100,46 para la venta, con un avance de 5 centavos en la rueda y de 24 centavos en la semana. De esta manera acumula un aumento de 0,8% en lo que va del mes, que se eleva al 19,4% en el año, es decir, más de 23 puntos por debajo de la inflación general verificada en igual período.

Desde el BCRA reconocen que parece haber entre las empresas que operan en el mercado una decisión de adelantar importaciones y postergar la liquidación de exportaciones (aunque dentro de los plazos reglamentarios para hacerlo), vinculada a las malas expectativas. Pero señalan que esa maniobra “le está generando un costo financiero para las empresas, por el diferencial del rendimiento de la tasa en pesos respecto del ritmo de devaluación”, por lo que confían la tendencia se vaya diluyendo en las próximas semanas.