"El dilema de las discográficas en la era digital"
Hace dos años, artistas como Radiohead, Madonna, Nine Inch Nails, Eagles y Black Crowes editaron música –o anunciaron planes para hacerlo– sin una gran discográfica de por medio. La tendencia señala un cambio de pensamiento en artistas y managers: gracias a la distribución digital, sitios como YouTube y MySpace, y una variedad creciente de empresas que buscan asociarse con los músicos, las discográficas son menos necesarias que nunca.
Si bien en la Argentina no está tan aceitado el sistema de descarga legal de música, se puede ver una tendencia similar. Si se pregunta cuánto perdieron los músicos con la irrupción de Internet y la era digital, es probable escuchar como respuesta: "No mucho, porque antes las que hacían el gran negocio eran las discográficas, que ahora son las grandes perdedoras".
"Hoy la venta de discos no es lo de antes. Hoy el disco es una tarjeta de presentación. El que compra un disco ahora, compra un disco objeto. Por ejemplo, hay un artista Bun Bun Kid, que sacó un disco en un freesbe. Esta es la muestra de una idea original que no le salió costoso", explicó Juanjo Carmona, productor musical y manager de Ballano (ex Pericos).
Además de buscarle la vuelta con estas ideas originales y presentar al disco como algo más que un contenedor de música, la mayoría de los artistas aprovechó el hecho de que ahora es mucho más fácil producir un disco y comenzaron a editar con sellos propios o con la ayuda de la Unión de Músicos Independientes (UMI). Los costos son más bajos que los que tenían con las grandes discográficas y además se quedan con una porción mayor del precio de venta.
"La UMI pudo dar respuesta a la necesidad de grabación del músico. A través de un convenio, se logra una grabación casi a mitad de precio", comentó Esteban Agatiello, tecladista de una banda de Almagro, que agregó que la UMI hoy cuenta con 4000 grupos y solistas asociados de todos los géneros, que pagan $ 10 pesos de cuota mensual.
De esta manera, el costo del disco es de tres pesos la unidad. Según Agatiello, hay artistas que luego lo venden a $ 10 y otros a $ 20. "Si la venta la hacen ellos mismos en los shows, se quedan con la diferencia entre el precio de venta y el de grabación, entre 7 y 17 pesos", especificó el artista, que también dicta un curso sobre el negocio de la música.
Lo que ocurre es que hay un 20% de los discos que se venden a través de distribuidoras. En ese caso, la cuenta que hay que hacer es otra. "Las distribuidoras venden los discos a $ 25 y te pagan unos $ 8 por unidad. Si a eso se le resta el costo de grabación, quedan al final unos cinco pesos para el músico", comentó Agatiello.
Según un artista novel que no quiso que se publicara su nombre, igual al músico le conviene "porque antes las grandes discográficas le pagaban sólo un peso por disco y se quedaban con la porción más grande de la torta".
Aún así, las bandas saben que no se puede vivir de la venta de discos. Y, a fuerza de golpes, las grandes discográficas también. Por eso, intentan reconvertirse para poder aprovechar también el negocio digital. Aunque reconocen que todavía les falta afianzarse en ese terreno.
"Se está tratando de tener una oferta digital mucho más segmentada y rica. Tratan de ponerse a tono con la era digital y tienen que promocionar artistas con los discos y por el mercado digital", afirmó Javier Delupi, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores de Fonograma (Capif).
Según Delupi, hay una baja del mercado físico y no hay una recuperación del mercado digital por parte de las discográficas, por eso cae el mercado general. Es una etapa de transformación, tal vez con sellos mucho más especializados en brindar servicios y mucho más profesionales. Se tendrá que trabajar más fuerte con los artistas.
"Al tener la posibilidad de producir sus propios albumes, hoy los artistas graban por su cuenta y compiten con las discográficas. Siempre sucedió eso, pero ahora lo hace más. Entonces exigen más servicios de los sellos discográficos. Es cuestión de ponerse a tono con los nuevos tiempos", señaló Delupi.
¿Cómo se reparte el mercado discográfico hoy?
Hay un esquema clásico que son la majors: EMI, Warner, Sony y Universal. Después están las compañías que se denominan indies (como independientes, pero es una definición anticuada, porque hoy hay compañías indies argentinas con oficinas en toda la región), Algunas de ellas son Pop Art, con una producción de artistas muy importante (focalizada en rock); Epsa Music, focalizada en tango y flolklore; Leader Music, que tiene un catálogo importante; Acqua Récords (especializada en tango). Hay otras con un repertorio variado, como DBN o Crack Disco.