El INTA hará recortes en gastos de personal

Guillermo Moore de la Serna, el hombre que aprendió a fumar habanos después del terremoto que el 23 de diciembre de 1972 provocó la muerte de 12.000 personas en Managua, capital de Nicaragua, se muestra orgulloso de haber llegado, recientemente, a la presidencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Pero tampoco oculta su satisfacción por lo que considera otros dos hechos curiosos: ser primo de Ernesto "Che" Guevara y haberle enseñado al ex secretario de Agricultura y actual vicegobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, a fumar los mismos habanos que él consume.

"El INTA no debe servir a patrones partidarios, hay que despolitizarlo porque esto provocó problemas", dijo Moore de la Serna durante una entrevista con La Nación , en la que anunció que aplicará un recorte en los gastos de personal contratado por la restricción presupuestaria que enfrenta el organismo.

Moore de la Serna cree que la "despolitización" y la "desburocratización" de la institución contribuirán a lo que define como los dos objetivos centrales de su presidencia: "Reforzar y adaptar la investigación y la transferencia de la tecnología del INTA; esta institución necesita un nuevo contrato social", explicó.

-¿Cómo puede ayudar el INTA al productor agropecuario? -Son tan veloces los cambios que se dan en la investigación tecnológica que es fundamental la colaboración del INTA en una política agropecuaria de largo plazo. Tenemos una capacidad humana muy importante; no obstante, en los últimos tiempos no hubo una renovación generacional. De todos modos, esa capacidad debe ser aprovechada para que los productores puedan tener previsibilidad. Después de la revolución productivista que hizo esta entidad ahora hay que darle a nuestra producción el valor agregado.

Recambio generacional

En cuanto al recambio generacional que el INTA afrontará, Manuel Otero, vicepresidente de la institución, anunció que para el 2001 podría estar disponible un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que permitirá la capacitación de nuevos técnicos en el exterior, además de la actualización de los sistemas de información en todas las estaciones experimentales.

Pese a que la entidad posee más de 4000 empleados distribuidos por todo el país, Moore de la Serna dice que no se producirán recortes en personal estable. Pero aclara: "Lo que seguramente va a ocurrir es una caída importante del personal contratado, debido a la restricción presupuestaria que tenemos".

El presidente del INTA no pregona inconvenientes en el funcionamiento de las estaciones experimentales como consecuencia de la restricción presupuestaria de 130 millones a 105 millones que aportará el Tesoro nacional para el presente ejercicio.

"Quizás haya que reformular algunas agencias, pero no estamos pensando en recortar. Lo que sí creemos es que hay que lograr una mayor especialización de esas unidades para vincularlas con otras para encontrar una mayor excelencia", sostuvo.

Moore de la Serna destacó la investigación en biotecnología que se realiza en la estación experimental Castelar, pero pidió que allí haya una presencia más importante desde el Estado.

-¿Y en qué situación financiera encontró la institución?

-Prolija, aunque con problemas presupuestarios muy agudos. Frente a esta situación, nuestro objetivo es concientizar a la sociedad política sobre la importancia de la generación del conocimiento. A diferencia del sudeste asiático, que invirtió en el conocimiento, parecería que eso la Argentina no lo ha considerado.

Al respecto, Otero afirmó que en nuestro país la investigación actualmente sólo ocuparía el 0,3% del producto bruto interno, frente al 2% de Brasil y el 1% en Colombia.

Según Moore de la Serna, la continuidad de los programas de intervención del INTA, como Cambio Rural, Minifundios y Prohuerta, está asegurada. Esas iniciativas apuntan a mejorar la situación de los productores agropecuarios más pequeños y con menos recursos económicos.