El mercado de la leche se reconfigura

A tomar la leche”, es una frase que se escucha insistentemente desde la infancia. Fuente de calcio por excelencia, este producto no tiene en la Argentina la predilección que se merecería: según la consultora Kantar Worldpanel, el consumo per cápita en los hogares de leches líquidas no saborizadas es de 22 litros por año.

Se trata de un producto que es comprado por el 94% de las familias argentinas en un año. Los hogares realizan una compra de leches líquidas no saborizadas cada dos semanas en promedio y en cada visita se llevan tres litros aproximadamente.

Dentro del sector lácteo, las leches líquidas no saborizadas, junto con quesos al peso, son las categorías más importantes (en términos de frecuencia y penetración). Entre ambas categorías se mueve el 52% de la facturación de lácteos.

Hay que tener en cuenta que el análisis de Kantar Worldpanel se circunscribe al consumo dentro del hogar. Si se considera el consumo total del producto (dentro y fuera del hogar), el dato per cápita en el caso de leche líquida en el país es de 41 litros, una ratio que, de todos modos, sigue siendo baja.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desde 1960 el consumo de leche per cápita de los países en desarrollo casi se ha duplicado, aunque aumentó más lentamente que el de otros productos pecuarios, como carne o huevos. Durante las dos últimas décadas, el consumo de leche per cápita disminuyó en el África subsahariana.

El mercado lácteo en la Argentina está en plena reconfiguración luego de la crisis que se desató en SanCor, que capta la mayor parte del mercado junto con La Serenísima (Mastellone). El mal momento de la cooperativa de Sunchales redundó en un mayor protagonismo de las pymes, que reciben de los tamberos parte de los 500.000 litros diarios que dejó de recibir el gigante.

22 litros

consumo

per cápita de leche líquida en el hogar