
Emitirían nuevos bonos antes de fin de mes
El Gobierno busca financiamiento
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El Gobierno quiere aprovechar el buen momento de los mercados emergentes, que ha llevado a que el riesgo país argentino casi se iguale con el brasileño, para emitir los bonos Boden 2015 que necesita para cancelar otras deudas. "Es altamente probable que hagamos una licitación en octubre", reconoció ayer el subsecretario de Financiamiento, Sebastián Palla.
El funcionario recordó que hace dos semanas el Gobierno suspendió la colocación de US$ 800 millones porque el mercado le pidió una tasa de interés considerada abusiva. "Nuestro mensaje fue que el mercado estaba perdiendo de vista el desempeño fiscal y monetario que se espera de la Argentina", dijo Palla. Y opinó que ahora los inversores comienzan a evaluar mejor al país, "van ajustándose al ver una sustentabilidad robusta", y por eso el índice de riesgo país que elabora el banco de inversión JP Morgan muestra que la Argentina -después de salir de más de tres años de default- se encuentra en 355 puntos básicos, sólo dos más que Brasil. Anteayer, incluso, ambos países se habían igualado.
El Gobierno evaluará, entre esta semana y las próximas dos, el momento conveniente para insistir con la licitación de deuda, según Palla. En los últimos días logró que el Banco Hipotecario, Venezuela y la provincia de Santa Cruz le compraran US$ 430 millones de los 800 millones que buscaba hace dos semanas.
Los funcionarios argentinos dicen que en la última asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) recibieron numerosas propuestas de bancos para colocar deuda, pero el Gobierno mantendrá su política de reducir el pasivo en términos netos y no convalidar altas tasas. Sólo se endeudará en función de las necesidades de financiamiento, que se acumulan hacia diciembre. Por eso, Palla prevé más de una licitación para lo que resta del año, e incluso una de carácter internacional.
Los títulos públicos perdieron ayer un 1,13% por el incremento de la tasa de los bonos del Tesoro norteamericano, lo que afectó a todas las plazas emergentes. La Bolsa porteña perdió un 2,54% por tomas de ganancias, después de seis récords consecutivos.
El dólar, en tanto, se mantuvo estable gracias a una nueva intervención del Banco Central, que compró US$ 96,8 millones y logró que la cotización minorista no se moviera de $ 2,92 para la venta.
También ayudó el hecho de que hubiera menos negocios en la plaza, ante la ausencia de operadores por la celebración del Año Nuevo judío.






