Hay vacantes, pero pocos postulantes

Cuando los chicos se embarcan en el proyecto de completar un álbum de figuritas, el desafío es encontrar la difícil. Salvando las distancias, las empresas también se enfrentan al reto de reclutar personal para ciertos puestos. Es que en algunos mercados la falta de gente plantea un escollo adicional a todo el proceso de selección.

La dificultad se da tanto para cubrir puestos profesionales como técnicos. Los empleados y operarios con calificación operativa concentraron el 55 por ciento de las altas en el mercado del trabajo en el último año. Siguen los trabajadores sin calificación operativa, un 30 por ciento, y por último, los profesionales y técnicos, con un 15 por ciento.

Haciendo un corte por industrias, según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, "cuando se analiza la evolución del empleo en los últimos cuatro años se advierte que es la industria manufacturera el principal sector que impulsó la creación de puestos de trabajo registrados". En efecto, de cada 100 nuevos puestos de trabajo 30 fueron creados por esta industria.

Si de puestos profesionales se habla, en la Argentina los más buscados, y con salarios competitivos, se relacionan con la tecnología. Alfredo Fagalde, gerente general de Manpower, menciona que las empresas buscan ingenieros en sistemas, licenciados en sistemas, ingenieros en telecomunicaciones, así como a aquellos con formación orientada a la programación y el desarrollo de software.

Actualmente, el recurso en tecnología es muy escaso frente a la demanda actual y proyectada. Se estima que en los próximos cinco años se crearán 25.000 puestos de trabajo en este sector, mientras que las universidades ofrecen actualmente sólo unos 3000 profesionales por año aproximadamente. En 2006 se crearon alrededor de 7000 nuevos puestos.

El problema es complejo también en el nivel académico, ya que el dinamismo del sector y el atractivo de los sueldos tienta a los alumnos a dejar las aulas. Según datos de la Universidad Maimónides, que propone un título intermedio de tecnicatura, un programador junior, o sin experiencia, comienza a trabajar con un sueldo de $ 1500 pesos, mientras que un profesional joven con algo de experiencia laboral puede aspirar a un piso de entre $ 3700 y $ 5000. Por otro lado, y como se da desde hace varios años, los puestos de ingeniería también ocupan un lugar importante en el desvelo de los reclutadores de Recursos Humanos. Ingeniería industrial, mecánica, eléctrica, electrónica, electromecánica, por ejemplo, forman parte de la lista.

Según Manpower, en el ranking de demanda siguen los puestos para contadores y administrativos. Con eso coincide María Inés del Arbol, coordinadora del Departamento de Desarrollo Profesional de la Universidad de Palermo. "La mayoría de las búsquedas que ingresan son para alumnos y profesionales de Administración de Empresas. Esto se debe, estimo, al perfil generalista de la carrera, que les da una gran capacidad de adaptación", explica. "Y, en menor medida, se piden profesionales para cubrir puestos de marketing, diseño y turismo", agrega.

Oficios

La escasez de personal en determinados sectores perjudica el crecimiento de la industria y afecta, principalmente, a las pymes y microempresas. "Las empresas de gran porte siempre tienen un backup o plan de contingencia", dice Eduardo Cerutti, director de la consultora homónima. "Carecer de mano de obra -agrega- tiene una consecuencia económica, ya que la producción disminuye. Se modifican sus tiempos, porque la empresa debe dedicarse a buscar personal. Y, además, se pierde mercado porque no se puede cumplir con las entregas o se demoran."

Las empresas metalúrgicas y metalmecánicas, que hace unos años detuvieron su producción, suspendieron la capacitación o fueron desmanteladas, son las que tienen más problemas para encontrar personal para puestos técnicos.

Una investigación realizada por Analía Alvarez, directora del Departamento de Investigaciones Sociales y de Mercados de la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales, entre 280 miembros de empresas de la industria metalmecánica coincide con esa visión. El 70 por ciento de la muestra reflejó que la problemática más acuciante es la falta de operarios que, durante los últimos años de la década del 90 y principios de 2000, quedaron sin trabajo ni capacitación. El 90 por ciento dice que su producción se frena por no conseguir mano de obra calificada.

Por otra parte, según la empresa de servicios de Recursos Humanos Manpower, los oficiales más demandados son torneros, matriceros, templadores (para la industria del vidrio), impresores flexográficos (de la industria gráfica), sopletistas y cilindristas (para la industria del caucho). También indica que se necesitan técnicos mecánicos, electromecánicos y de mantenimiento para trabajar con máquinas automáticas, operar calderas y salas de bombas, e interpretar planos eléctricos y mecánicos. Deben contar con experiencia laboral adquirida en líneas de producción continuas, y conocer normas de calidad, seguridad e higiene industrial.

"A los postulantes de edad se les pide conocimiento del oficio y capacidad para enseñar. A los jóvenes, apertura, capacidad de entendimiento y flexibilidad para adquirir el nuevo oficio en corto plazo", indica Andrea Avila, directora ejecutiva de la firma de Recursos Humanos Sesa Select.

Esta consultora elaboró un ranking de oficios pedidos en tres ciudades. En Buenos Aires, los más buscados son los técnicos mecánicos, electromecánicos, electricistas, químicos y de seguridad e higiene, oficiales soldadores, sacabollos, chapistas, operadores y programadores de tornos CNC, así como mecánicos de mantenimiento. En Córdoba hacen falta matriceros, operadores y programadores de tornos CNC, oficiales para mantenimiento y mecánicos de mantenimiento. En Rosario se piden técnicos mecánicos, electromecánicos, electricistas, electrónicos y químicos. También operarios de producción, de la industria del frío, de ensamble y montaje, de depósito y de expedición, balancineros, y soldadores de máquina eléctrica y semiautomática.

La escasez puede tornarse estructural. "Dentro de unos años seguirá faltando personal, aunque de otro tipo. Por ejemplo, ya se está haciendo difícil conseguir liquidadores de sueldos, vendedores y tesoreros. No tienen por qué ser profesionales, ya que muchos se forman mediante expertise", dice Avila.

Una solución

¿Cómo revertir esta situación de escasez de personal para ciertos puestos en el mediano y largo plazo, y evitar que se vuelva estructural? Para Cerutti, las empresas deberían profundizar el contacto con los estudiantes secundarios para que ellos, que en muchos casos desconocen estos oficios, empiecen a considerarlos como una salida laboral posible. La participación del Estado y la colaboración de universidades y empresas para abrir nuevos centros de formación técnica fue otra sugerencia mencionada.

Por Marilina Esquivel

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