Las ONG, un espacio desafiante para dar los primeros pasos
Ana Clara Genta, de 26 años, pensaba que quería tener una experiencia en una ONG. En 2006, mientras cursaba Comunicación Social en la UBA, se enteró de la posibilidad de hacer una pasantía en la organización Idealistas.org.
No dudó y se presentó para ocupar el puesto, que demandaba seis horas diarias. Ahora ya está efectiva dentro de la organización. "Cada vez se mueve más y hay más posibilidades en el ámbito social", indicó.
El tercer sector crece y se formaliza a paso lento, pero seguro. Por eso, necesita cada vez más profesionales jóvenes. Si bien las vacantes son limitadas, muchos deciden tener la primera experiencia laboral en el ámbito social.
Las ventajas son: el ambiente laboral más distendido; la posibilidad de tener mayores responsabilidades más rápido y de poseer más libertad de acción según los intereses. Entre las dificultades figuran los salarios que son más bajos que en una empresa y la informalidad de algunas ONG.
En la Argentina hay 105.000 organizaciones, según un estudio del Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social (Gadis). El personal rentado alcanza las 400.000 personas. Un informe del Centro de Estudios de Sociedad y Estado (Cedes) reveló que en la ciudad de Buenos Aires 127.000 cobran sueldo; casi la mitad son profesionales.
Según las fuentes consultadas, la puerta de entrada a una ONG, por medio del voluntariado o una pasantía. También los contactos personales son una vía segura para conseguir empleo. Por último, los avisos de organizaciones publicados en portales de Internet y en bolsas de trabajo de universidades son otra posibilidad, pero menos común.
Comienzos
Es su primer empleo. Manuel Lozano, de 23 años, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) el año pasado y comenzó a trabajar en Greenpeace. Consiguió el trabajo por un aviso en la Web. Podría cobrar un sueldo más alto en un estudio jurídico, pero "trabajar de lo que a uno le gusta implica ser feliz, que no es poco", dijo.
Con sólo 15 años, Angeles Aponte realizó una pasantía de cuatro meses en Poder Ciudadano, por medio del colegio al que asistía. Aquel breve paso le permitió conseguir otra pasantía en 2005 y, el año pasado, su primer trabajo como asistente junior.
"Me gusta porque no es un cargo cerrado como en una empresa. Tenemos más libertad de aplicar lo que estudiamos y lo que nos interesa", expresó Aponte sobre las fortalezas del sector.
Otras ventajas de estar en una ONG a diferencia de una empresa son, en primer lugar, trabajar por una "causa noble" que va más allá del dinero. También subrayan que el ambiente de trabajo es distendido y menos competitivo.
Destacan, además, la posibilidad de tener tareas de mayor responsabilidad, como por ejemplo armar por completo una campaña de comunicación y llevarla adelante.
¿Cuánto cobran?
Un pasante, con seis horas de trabajo, puede cobrar entre 500 y 1000 pesos, según cada organización. Los sueldos de profesionales recién contratados varían entre los 1000 y los 2000 pesos. Los jóvenes que alcanzan un ascenso en una ONG tienen un techo de 3000 pesos, en las mejores organizaciones. Los puestos más altos de la pirámide superan ese monto.
Asimismo, una de las debilidades es la informalidad en la mayoría de las ONG. Más del 60% posee personería jurídica, pero sólo el 37% cumple con las formalidades requeridas, según el estudio de Gadis. Muchas pagan en negro y algunas, amparadas por la causa noble que llevan adelante, no cumplen con los horarios de trabajo. "Hay organizaciones que tienen espíritu solidario, pero no son solidarias con sus empleados", acusó Valeria Grinberg, de 27 años, que trabaja en la revista Tercer Sector .
Sophie Chauliac tuvo una mala experiencia: "Hay gente que abusa de la buena voluntad de los que quieren ayudar". Se refirió a su paso por una ONG, durante algunos meses no le pagó por su trabajo. Ahora aplica lo aprendido en Administración de Empresas en la asociación civil Nuestras Huellas, donde está muy a gusto.
Otros jóvenes, como Paula Tessore, decidieron dedicarse al ámbito social. "Descubrí el tercer sector gracias a una pasantía en el grupo Sophia", contó Tessore, de 27 años, licenciada en Ciencias Políticas que egresó de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Después de la primera experiencia no rentada, comenzó su ascenso en el sector. Entró en la Fundación Temas en 2003, por un conocido que la presentó. Allí realizó trabajo de campo en proyectos sociales: durante dos años la Villa 21 fue casi su segundo hogar. En 2005 fue llamada por la Fundación Manos Abiertas, que buscaba profesionales del sector, y se transformó en coordinadora de proyectos. Hoy es la número dos de la asociación y triplicó el sueldo de su primer trabajo.
Variedad de organizaciones
No todas las ONG son iguales, explicó el director de Idealistas.org, Juan Cruz Mones Cazón. De 105.000, la mayoría son organizaciones asistenciales, como los comedores, las más informales, y trabajan sobre todo con voluntarios. Después están los clubes y las ONG pequeñas, sostenidas por su fundador y otros colaboradores, que no son más de diez.
En tercer lugar, en menor cantidad, figuran las organizaciones más grandes como Poder Ciudadano, Compromiso, Greenpeace, y fundaciones de empresas como Telefónica, Arcor, Repsol-YPF, por ejemplo. Son las más formales, las que requieren de más profesionales y donde los jóvenes tienen posibilidades laborales.
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