Juegos que decoran y divierten

Reyes de plata, diamantes o madera, vestidos de quimono, con túnicas; caballos con jinetes y peones que se asemejan más a un ejército de guerreros. El ajedrez muestra diseños y materiales infinitos en cada una de sus piezas y, al igual que una variedad de juegos de mesa, se viste de lujo para complacer a exigentes jugadores o coleccionistas.

Exclusivas firmas de moda y joyas como Gucci, Hermès o Swarovski sacaron sus versiones de ajedrez de lujo, y más de un joyero europeo diseñó el juego del monopolio en oro y tableros con incrustaciones de diamantes que llegaron a venderse en unos US$ 100.000.

En la Argentina, el mercado de juegos de lujo tiene un público limitado que los busca más para decorar o coleccionar que para jugar. Se consiguen especialmente en las tiendas de antigüedades de San Telmo, donde la variedad incluye ajedreces hechos en mármol, marfil, bronce o madera; dominós de madera y marfil, backgammon, cartas y Mah Jongg, un popular juego de solitario chino.

Los más buscados son los ajedreces de marfil, por la precisión de su tallado, por los diseños orientales y por el peso de sus fichas. "Éstos son juegos que se compran no para tenerlos en un placard, sino para que estén exhibidos siempre y, si la persona es fanática, para jugar", dice José Luis Negrete, de Midas, donde se ofrecen dos juegos de marfil oriental y uno europeo. Los precios oscilan entre los $ 10.000 y $ 12.000.

También pueden encontrarse otras versiones de lujo, cuyo tablero es una mesa Thonet de roble. Es el caso de un juego, con piezas rojas y blancas de marfil, que se vende en Calvaresi Anticuariato en $ 55.000. "Son muy buscados, sobre todo por coleccionistas que saben el valor de esta pieza", explica Carolina Tapia, quien atiende en el local.

Las piezas de mármol o bronce, siempre que sean hechas a mano, también conquistan a los fanáticos de los juegos. En el local llamado Antigüedades, hay un ajedrez con piezas de bronce que fueron cinceladas a mano y que muestran personajes con túnicas y caballos con jinetes, a un precio de $ 2400. En San Telmo Chico hay uno de madera alemana, en su caja original, que cuesta $ 600. Los de mármol se consiguen desde los $ 800. "Se buscan de piezas grandes y con el peso justo, ni muy pesadas ni muy livianas, para poder jugar", cuenta Hugo Fernández, dueño del local.

En Calvaresi es posible encontrar un Mah Jongg, un tradicional juego chino en caja de madera, por $ 3000. En Midas, los juegos de dominó, hechos de ébano y marfil, oscilan entre los $ 800 y los $ 1200 y los juegos de cartas en su estuche parten de un valor de $ 200. Para los viajeros, hay un miniajedrez con piezas encastradas en el tablero, que permite mantener la estabilidad a bordo de un auto, un tren o un avión. Cuesta $ 2500.

Por el costo, el detalle de sus piezas o los materiales empleados, según coinciden los dueños de locales, el mercado de juegos de lujo no es masivo en el país y la oferta se limita a uno o tres juegos en cada lugar. La venta del mes depende del fanático jugador o del coleccionista que se anime a pagar el precio.