
La crisis de Toyota llega hasta Japón: el nuevo frente para salvar su reputación
Por Mariko Sanchanta y Juro Osawa
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TOKIO—La creciente crisis de Toyota Motor Corp. llegó a Japón el miérco¬les cuando el Ministerio de Transporte le pidió a la automotriz que investigue 14 quejas relacionadas al modelo más reciente del híbrido Prius, el auto que más vendió en el país el año pasado.
Aunque la cantidad de quejas es pequeña en comparación con el masivo llamado a revisión de la automotriz en Estados Unidos y al parecer no se han registrado muertes relacionadas al asunto, los nuevos informes —y la amplia cobertura en la prensa japonesa, que había tratado los recientes problemas de Toyota de forma ligera— sugieren un nuevo frente en la batalla de la automotriz para salvar la imagen de su marca.
Hasta ahora, Japón, donde el liderazgo global de Toyota era una cuestión de orgullo nacional, ha estado relativamente aislado de los llamados a revisión alrededor del mundo.
Un dato que resalta el dominio de la automotriz en el país es que casi la mitad de todos los vehículos de pasajeros vendidos en Japón en enero fueron de Toyota, según datos divulgados el lunes por la Asociación de Concesionarios de Autos de Japón. Asimismo, el crecimiento interanual de Toyota en su país superó al del mercado en general en el mismo mes en que sus ventas en EE.UU. cayeron.
La automotriz afirmó que estaba investigando decenas de quejas recibidas a fines del año pasado sobre un posible defecto en los frenos de su popular modelo híbrido Prius en Norteamérica y Japón. Los clientes se quejaron de que los frenos tardaban en responder en carreteras accidentadas o cubiertas de hielo.
Mientras tanto, el secretario de Transporte de EE.UU., Ray LaHood, indicó el miércoles que deseaba hablar directamente con el presidente ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda, sobre las cuestiones de seguridad relacionadas al pedal del acelerador de los autos de Toyota y la gestión de esos problemas por parte de la empresa. "Esto es muy serio", declaró LaHood ante reporteros en Washington. "Vamos a mantener la presión sobre ellos".
El Departamento de Transporte de EE.UU. informó que está investigando quejas que sugieren que es posible que una interferencia electromagnética esté causando que los sistemas de aceleración fallen. La agencia señaló en un informe que no ha encontrado pruebas que indiquen que las causas de la aceleración involuntaria sean otras que las que ya ha citado Toyota: los tapetes fuera de lugar y los pedales del acelerador que se atascan.
La automotriz japonesa les ha informado a los concesionarios en EE.UU. que les pagará los costos de arreglar los autos llamados a revisión y para asegurar el mejor servicio al cliente, indicó una fuente cercana. Los montos totales serán de entre US$7.500 y US$75.000, dependiendo de cuántos autos vendió cada concesionario el año pasado, explicó esta fuente.
Cautela en México
La unidad mexicana anunció que empezará la semana que viene a llamar a revisión siete modelos para sustituir sus aceleradores. Toyota comunicó a última hora del martes que no ha recibido reportes de aceleradores que se atascan en México, pero que aún así implementará los cambios en sus modelos recientes de RAV4, Matriz, Camry, Highlander, Tundra, Sequoia y Corolla.
En Japón, el Ministerio de Transporte informó que la división de llamados a revisión recibe más de 5.000 quejas de vehículos al año y que las automotrices investigan de forma rutinaria si se trata de un posible defecto cuando hay un accidente de por medio. El ministerio recibió 13 quejas de conductores del Prius en los últimos dos meses, además de una queja el año pasado.
"Estamos en el proceso de confirmar los hechos", señaló una vocera de Toyota.
Los reportes sobre el Prius más las críticas provenientes de Washington arrastraron las acciones de Toyota un 5,7% a la baja en la jornada en la Bolsa de Tokio. El problema se expandió a algunos de los proveedores de autopartes clave de la automotriz, a medida que los inversionistas empezaron a mostrar su preocupación por los posibles daños a largo plazo en las ventas.
Pese a reportar fuertes ingresos el miércoles para los nueve meses concluidos en diciembre y predecir un panorama más optimista para el año fiscal hasta marzo, Denso Corp., el mayor proveedor de autopartes del mundo, vio su acción perder 3,2%. La acción de Aisin Seiki Co., proveedor que revisó al alza su previsión de ganancias para este año fiscal a 3.000 millones de yenes (US$33,2 millones) frente a una pérdida de 18.000 millones, también descendió 5,3%.
El llamado a revisión, el mayor que ha azotado a la otrora imparable Toyota, ha planteado la pregunta de si podría perjudicar a la imagen manufacturera de Japón.
Con la economía del país de capa caída y la reaparición de la deflación como una amenaza al crecimiento, la fortaleza de Japón pasó a depender principalmente de la competitividad global de sus mayores compañías: Toyota, Sony Corp. y Honda Motor Co. Ahora, la élite empresarial de Japón está en el ojo del huracán.
Dos ejecutivos japoneses de alto perfil de la industria automotriz expresaron el miércoles sus temores de que la crisis de Toyota podría empañar la imagen general del sector al erosionar la confianza de los consumidores.
"Dado que Toyota es un fabricante simbólico, [los llamados a revisión] podrían perjudicar a todas las automotrices japonesas, dijo Masao Ohmichi, presidente ejecutivo de Mitsubishi Motors en una conferencia de prensa.






