Las prepagas dudan de entrar al mercado
Las empresas piden que haya cupos para el ingreso en cada prestataria; preocupa la evasión
A poco más de dos meses de que la desregulación de las obras sociales se transforme en realidad, y después de que el Gobierno decidió el contenido del Programa Médico Obligatorio (PMO, el esquema básico de atención que tanto las obras sociales como los privados deberán brindar a sus afiliados), la mayoría de las empresas de medicina prepaga todavía no decidió si competirá en ese mercado.
"Aún falta que el Estado defina un montón de cosas: el listado de beneficiarios, cómo se van a otorgar los $ 20 de cobertura por afiliado que garantiza el Estado mediante el Fondo de Redistribución. Además, existe la sensación de que no hay una voluntad única en el Gobierno", dijo a La Nación Pablo Giordano, presidente de la Asociación de Entidades Médicas Privadas (Ademp), una de las organizaciones que representan a las prestadoras de salud.
Giordano hizo referencia a que si bien el lunes último Economía reafirmó la voluntad de desregular este mercado, el martes, el ministro de Salud, Héctor Lombardo, se encontró con la CGT oficial y "dejó la impresión de que se puede negociar algo. Son dos miembros del Poder Ejecutivo que parecen no ir en la misma dirección", dijo.
"Lo que hay que rescatar es que por primera vez se ha diseñado un PMO en serio. Es un trabajo muy prolijo y valioso. Por primera vez existen guías que definen la atención primaria", reconoció Giordano.
Para el presidente de Ademp, el esquema tal como está planteado genera varias dudas entre los privados. Por ejemplo, "que no exista un cupo de ingreso puede ser perjudicial para el prestador más eficiente, ya que deberá recibir a muchos afiliados que, si tienen bajos salarios, pueden perjudicar su equilibrio económico. Es el mismo problema que se les plantea a las obras sociales de personal de dirección".
Pero Rubén Cano, superintendente de Servicios de Salud, dijo a La Nación que la resolución no tiene previsto ningún tipo de restricciones al ingreso. Cano tiene otra explicación para el desinterés de los privados. "No creo que, en principio, muchas empresas prepagas estén dispuestas a entrar a competir por el problema de evasión que hay en el sector. Muchas firmas no están haciendo los aportes hoy destinados a las obras sociales. Es un gran problema por resolver", dijo.
"En los próximos días vamos a liquidar cinco nuevas obras sociales", comentó Cano, que destacó que por primera vez se está implementando un profundo saneamiento del sector.
El proceso en marcha se completa con la formación de consorcios entre las obras sociales más pequeñas. Hasta el momento se han conformado los siguientes grupos: el de la Actividad Marítima Portuaria, el de Obras Sociales Sindicales para la Salud, el consorcio Solidario de Salud, el consorcio Argentino de Obras Sociales, el de los Trabajadores del Neumático, el de Trabajadores del ACA, el consorcio de Unión Federal y el consorcio de Obras Sociales.
Cada uno de éstos formará, por su parte, una administración única, con una misma prestación de salud para sus integrantes.
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