Martín Guzmán se mostró dispuesto a considerar nuevas propuestas para la reestructuración de la deuda
A un día de que venza el plazo para que los tenedores de bonos acepten la oferta del canje de deuda del Gobierno, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se mostró dispuesto a considerar nuevas propuestas de los acreedores para la reestructuración de la deuda para evitar un nuevo incumplimiento. De todas maneras, volvió a remarcar que la propuesta debe ser respetar la capacidad de pago del país.
"Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del periodo de gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible", dijo Guzmán a la agencia Bloombergy abrió, de esta manera, la puerta para una para recibir una contraoferta de los bonistas.
"Somos flexibles en términos de combinaciones de parámetros. La esencia es la sostenibilidad", agregó sobre la deuda que alcanza US$ 65.000 millones.
Ayer, en una conferencia virtual de la Universidad de Columbia, el ministro se había explayado en la misma línea respecto a la predisposición del Gobierno. "Siempre existe la posibilidad de aprender, hay información incompleta en estas negociaciones, y si escuchamos de los acreedores que existe una combinación diferente de parámetros que satisface mejor sus preferencias y sus intereses, y al mismo tiempo respeta las restricciones de sustentabilidad de la deuda, por supuesto que estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo basado en tal alternativa", sostuvo.
Propuesta argentina
Hasta ahora, la oferta que realizó la Argentina -que incluye tres años sin desembolsar pagos, quita de 62% en los intereses y de 5,4% en el capital- fue rechazada por los tres principales grupos de acreedores en dos comunicados que hicieron públicos.
El Gobierno estableció como plazo este viernes 8 para que los bonistas decidan si aceptan o no la propuesta que presentó Guzmán, pero en el mercado dan por descontado que las negociaciones continuarán hasta el 22 de este mes, cuando vence el periodo de gracia que tiene el país para pagar sus compromisos o entrar en default.
Es más, si llegado el 22 de mayo, el gobierno argentino y los acreedores no llegan a un acuerdo, el país podría pagar sus compromisos de US$503 millones y las negociaciones se extenderían hasta el 28 de junio, cuando se produzca el próximo vencimiento de intereses.