
Más competencia es más desarrollo
La semana pasada, la OCDE aprobó la incorporación de la Argentina a su Comité de Competencia, que tiene como objetivo proteger y promover la competencia como un principio de las economías modernas. Es una muestra de que mejoramos lo recibido y de que sentamos las bases para un mayor desarrollo futuro en una de las tantas áreas en las que debemos seguir avanzando, para darle vitalidad y competitividad a la economía y reducir la pobreza.
La defensa de la competencia busca que las empresas compitan en todos los mercados para que los consumidores encuentren más y mejores bienes y servicios a precios menores. Si hay un solo productor de un bien, éste se puede aprovechar de sus compradores con altos precios o baja calidad. Además, mercados competitivos y transparentes ayudan a que surjan nuevas empresas, en especial pymes, y a potenciar la innovación necesaria para que la economía cree empleos. Así, más competencia contribuye a reducir la pobreza, dinamizar la producción y potenciar el empleo.
La Argentina tiene una fuerte tradición en defensa de la competencia, pero al llegar al Gobierno encontramos una Comisión Nacional de Defensa de la Competencia sin independencia y con una fuerte caída en su producción.
Los tiempos para dictaminar sobre fusiones se alargaron cada vez más y bajaba al mismo tiempo la producción de dictámenes de análisis de posibles conductas anticompetitivas. La pérdida de capacidad se vio reforzada por una pérdida de autonomía a partir de la ley de abastecimiento del kirchnerismo.
Al llegar al Gobierno, y mientras normalizábamos la economía, empezamos a sentar las bases para una sólida defensa de la competencia. Nombramos en la comisión nuevas autoridades con trayectoria y especialización, y capacitamos al equipo. Además, les dimos las herramientas y el apoyo necesarios para hacer su trabajo, incluyendo la estructura legal para investigar conductas anticompetitivas y realizar estudios de mercado.
Esta nueva etapa institucional se coronó con la inauguración de oficinas acordes con la sensibilidad que requieren las investigaciones de la comisión.
Los primeros resultados ya están a la vista. La comisión triplicó el número de dictámenes en relación con el promedio de los últimos 10 años; redujo casi 40% el tiempo de análisis de concentraciones económicas, y realizó distintos estudios e investigaciones de mercado. Además, avanzamos en casos emblemáticos de conductas anticompetitivas. En el caso de tarjetas de crédito y medios de pago electrónicos, logramos reducir los aranceles que las tarjetas cobran a los comercios; generamos más competencia para que los comercios puedan tener (y ofrecer a los consumidores) más opciones de financiación, con menores costos y más plazos; fomentamos, en coordinación con el Banco Central, la llegada de diversos medios de pago electrónicos, y estamos avanzando para desactivar la posición dominante de una empresa y esperando a la vez el ingreso de nuevos competidores.
Otro caso importante fue el del servicio de practicaje portuario. Al reducir los costos portuarios, mejorará la competitividad externa de nuestra economía para favorecer el crecimiento y la generación de empleo. En un tercer caso, la comisión impuso multas a clínicas privadas de la provincia de Salta por cartelización, anticipando una investigación más amplia en ese mercado tan importante para todos los argentinos.
Hacia adelante es fundamental potenciar el trabajo de la comisión con una nueva ley de defensa de la competencia. Desde el Poder Ejecutivo apoyamos un proyecto presentado por los diputados Elisa Carrió y Mario Negri que sigue las mejores normas antimonopolio a nivel internacional.
Entre sus puntos principales, el proyecto eleva las multas, introduce un programa de clemencia o de arrepentidos y, fundamentalmente, crea una autoridad nacional de la competencia independiente del Poder Ejecutivo Nacional.
En definitiva, el trabajo de la comisión ya está significando mejores condiciones para los consumidores y para las pymes, más competitividad y más empleo para nuestra economía. Pero, sobre todo, estamos sentando las bases para un sistema de defensa de la competencia de primer nivel y para avanzar así hacia una economía cada vez más desarrollada y dinámica, que genere empleo y ponga a disposición de los argentinos más y mejores bienes y servicios.
El autor es secretario de Comercio de la Nación






