Massa con empresarios: cinco definiciones clave sobre la economía

“Ustedes son unos de los grandes orgullos de la Argentina”, sorprendió Sergio Massa. Inició así la respuesta ante una pregunta -frente a casi 100 empresarios- de un ejecutivo de Mercado Libre, la compañía más importante de la Argentina y una de las más demonizadas por el cristinismo más duro.

El presidente de la Cámara de Diputados se presentó hoy frente al Consejo de las Américas manteniendo el difícil equilibrio que eligió conservar desde hace más de un año: sostener su identidad propia en el marco de una coalición de Gobierno que integra y que es extremadamente heterogénea.

Hubo mensajes claros para los empresarios. Vendió que el alivio fiscal, las bajas de impuestos para las empresas privadas, llegará mediante varios proyectos de ley para diferentes sectores. Dijo que la inflación, como suele repetir Martín Guzmán, tiene orígenes en desórdenes marcoeconómicos. Auguró que la economía crecerá más de 7% (casi dos puntos por arriba de las perspectivas oficiales). Sugirió, por otro lado, que un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe cerrarse este año.

Ese fue el tema que inició su presentación luego de una pregunta de Susan Seagal, la presidenta del Consejo de las Américas. En esa respuesta, Massa integró su vocación de equilibrista, luego de las críticas que el presidente Alberto Fernández pronunció en la apertura de las sesiones ordinarias.

El líder del Frente Renovador confirmó que Guzmán liderará una misión a Washington en marzo. Afirmó que hubo “avances importantes” en la negociación, que evolucionarán en una propuesta. “Aspiramos a que este año el acuerdo con el FMI y con el Club de París nos permitan liberar US$7000 millones de vencimientos”, estimó frente al consejo que agrupa a empresarios estadounidenses.

Luego afirmó: “Nos encontramos con que el acuerdo anterior se construyó sobre premisas falsas que no se cumplieron”. Esto, dijo el presidente de la Cámara, generó “enormes niveles de incertidumbre”, sobre todo en los exigentes vencimientos de deuda. “El FMI está revisando porque se llevó adelante el acuerdo y cuáles fueron los errores. Pretendemos que el acuerdo que firmemos con el FMI sea sustentable para que la Argentina no vuelva a caer cada tres o cuatro años”, completó Massa, que cuestionó el sobreendeudamiento y la “fuga de divisas” para explicar las causas del cepo cambiario.

Massa repasó luego los programas de ayuda para las empresas y las familias en la pandemia. Tras una pregunta dirigida por empresarios del mundo aerocomercial -vía Webex- envió señales sobre el “alivio fiscal” que promueve para el sector privado. El primer punto que mencionó mientras degustaba unos mates en su despacho fue el proyecto que se tratará hoy en el Congreso de un piso para los que deben pagar el impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría, un proyecto made in Massa.

Sin embargo, se refirió a otras iniciativas del oficialismo que generarán un alivio fiscal en los diferentes sectores. Enumeró: la ley de Economía del Conocimiento, el plan para dar impulso al sector automotriz (anunciado hoy por el Presidente), el proyecto de incentivo a la construcción, la ley de hidrocarburos (que promete el Gobierno desde el año pasado) y medidas para agregar valor en la cadena agroalimentaria.

Sin embargo, fue sincero con relación a las prioridades del Gobierno en un año electoral. “Hay que recuperar el poder el poder de compra de los salarios”, ya que agregó luego, el 70% del PBI es consumo interno, pese a que recalcó la necesidad de promover la inversión y las exportaciones. Por eso también celebró la conformación del Consejo Económica Social liderado por Gustavo Béliz.

El equilibrio no sólo se mostró con el FMI. También se vio a la hora de explicar el embate del cristinismo -también del Presidente- a la Justicia en el Congreso. “Hay muchos empresarios que van a coincidir en compartir conmigo que hay falencias en el funcionamiento en el Poder Judicial”, afirmó, pero las retiró del marco del lawfare o los juicios por corrupción. Habló, en cambio, de “juicios laborales” o de las “demandas que duran cinco años”. Cerró el tema: “Tenemos un problema con el funcionamiento del Poder Judicial; cada uno de nosotros por tono o por forma de pararnos lo planteamos de una forma u otra”.

Sin embargo, buscó pararse en la avenida del medio cuando habló del impacto de la grieta en la economía: “La lógica de amigo y enemigo lastima la oportunidad de crecimiento de la Argentina”.

Las tarifas también estuvieron entre las preguntas y respuestas que decidió responder el presidente de la Cámara de Diputados en el Consejo y allí mantuvo un alineamiento con la visión oficial. Dijo que el Ministerio de Economía y la jefatura de Gabinete trabajan en un proyecto “no permanente” sino “por una cuestión de emergencia para este año” que “busca cuidar el poder de compra de los salarios” teniendo en cuenta la “rentabilidad extraordinaria” que -dijo Massa- tuvieron algunas generadoras y distribuidoras.

Massa terminó con más señales al sector privado estadounidense y argentino que lo escuchaban. Cuestionó la “maraña compleja” con la que la mayoría de los argentinos liquidan impuestos y las trabas burocráticas para las empresas. “En eso tenemos que trabajar. Estamos en deuda todos los dirigentes políticos. No nos tomamos el trabajo de limpiarles el camino para hacerlo más fácil”, afirmó, y dijo que espera enviar un proyecto propio en la segunda mitad del año de simplificación tributaria para startups.

“Con diálogo franco y sincero entre el sector público y privado”, dijo el líder del Frente Renovador se podrá hacer crecer el “GDP (el PBI, en inglés) argentino”. Miel para los oídos de algunos que ven con creciente malestar en el discurso oficial el foco sobre un rol cada vez más preponderante del Estado en la economía.